La preocupación cunde entre PP y PSOE a 72 horas de las elecciones autonómicas en Galicia. Las encuestas internas reflejan dos fenómenos indeseables para ellos. Por un lado, los sondeos privados de los dos grandes partidos confirman la noticia adelantada ayer en exclusiva por LA GACETA: el último escaño en las cuatro provincias está entre VOX y la izquierda. En el caso del PSOE hay otro dato que tratan de ocultar y combatir. Se trata del trasvase de votos de su formación al Bloque Nacionalista Gallego (BNG), que según fuentes socialistas se espera «histórico».
El hecho de que los populares conocieran esta información hace más difícil de entender todavía que su estrategia de los últimos cuatro días se haya centrado en apelar al «voto útil» para Alfonso Rueda, a través de su encuestador de confianza, Narciso Michavila, y numerosos diputados que llegaban a afirmar que «votar a VOX en Galicia es tirar el voto». Nada más lejos de la realidad, en el PP de Galicia saben ya y reconocen en conversaciones internas que «es esencial que esos diputados [el último de cada provincia, cuatro en total] se lo lleven los de VOX o no podremos gobernar».
En concreto, y según las mismas fuentes «las encuestas internas nos dicen que los últimos escaños en Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra se los disputan PSOE, VOX y el BNG», aunque no especifican de manera más clara qué formaciones están en liza por el último diputado de cada provincia. Los expertos consultados por Gaceta, junto a la media de los últimos sondeos publicados —desde el lunes ya no se pueden hacer oficiales— arrojan la siguiente situación: el escaño en La Coruña se decide entre VOX y el BNG, el de Pontevedra entre VOX y Sumar, el de Lugo—el más disputado— entre VOX, PSOE y BNG, y de Orense entre VOX y Democracia Orensana.
Los populares también son conscientes de que les será complicado revalidad la mayoría absoluta y de que si VOX no obtiene estos escaños «podría sumar al bloque de izquierda 4 diputados y podrían arrebatar el gobierno a la derecha». Parece que ahora sí, la táctica de campaña de Rueda se centrará en confrontar con su principal rival, la candidata del BNG Ana Pontón, que al parecer conseguirá el mejor resultado en la historia del Bloque a costa del Partido Socialista Gallego.
Pontón es independentista gallega radical y aliada de EH Bildu, con quien concurrirá en coalición a las próximas elecciones al Parlamento Europeo que tendrán lugar en junio. El condenado por pertenecer a ETA Pernando Barrena, que será el cabeza de lista de esa candidatura, ha trabajado en el Europarlamento como asesor precisamente como asesor para los diputados del BNG. Es un voto, por tanto, tan radical como el de los filoetarras en Pamplona y la comunidad autónoma vasca, o como el de ERC en Cataluña.
VOX, por su parte, sigue apelando en sus últimas horas de campaña a los abstencionistas, que en la comunidad suponen más del 51% de los electores y que este próximo domingo cuentan con una opción en el partido de Santiago Abascal diferente a las que no han logrado movilizarlos en los últimos años. Tanto el propio Abascal como Javier Ortega Smith, de visita en Galicia esta semana,