La ciudad autónoma de Ceuta ha vuelto a ser escenario de una nueva oleada de entradas ilegales por parte de inmigrantes ilegales que aprovechando la ausencia de controles por parte de las autoridades marroquíes han intentado alcanzar los espigones fronterizos para acabar en territorio español.
Según fuentes de la Guardia Civil, cerca de medio centenar de magrebíes intentaron cruzar a nado entre el jueves y el viernes, y casi una decena lo consiguió.
El mal tiempo se ha convertido en un aliado para los inmigrantes ilegales. Los agentes consultados por LA GACETA explican que estas condiciones dificultan la presencia de las fuerzas marroquíes en las inmediaciones fronterizas, dejando vía libre a decenas de magrebíes que se lanzan al agua desde puntos como Beliones, en la costa norte de Marruecos, o Castillejos, al sur.
La Guardia Civil ha intensificado sus esfuerzos para hacer frente a esta situación. Este viernes, unidades marítimas y terrestres desplegadas en las dos bahías de la ciudad interceptaron a un total de ocho inmigrantes ilegales de origen marroquí.
Alerta sobre el elevado riesgo que conllevan estas entradas ilegales, especialmente en un contexto de meteorología adversa. Las autoridades españolas han constatado que las tentativas han sido continuas a lo largo de la semana y prevén que vayan a más durante este fin de semana. Por ello, se ha fortalecido la presencia policial en puntos clave de la frontera, incluyendo los espigones.
Uno de los aspectos más destacados de estas nuevas oleadas es la pasividad de las autoridades marroquíes. Marruecos no está implementando medidas efectivas para evitar que los inmigrantes se lancen al agua. Esta falta de colaboración contrasta con los esfuerzos de los agentes de la Guardia Civil en el lado español, que se ven desbordados ante los intentos reiterados.
En lo que va de 2025 más de 200 inmigrantes ilegales han logrado entrar en Ceuta, según las diligencias de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras (CGEF) de la Policía Nacional.
