Con más medios acreditados que personas viajan a bordo del Open Arms, la segunda acogida anunciada a bombo y platillo por el Gobierno de Sánchez copa todos los telediarios.
El Open Arms, buque insignia de la ONG catalana Proactiva Open Arms, ha llegado al puerto de Barcelona tras cuatro días de travesía con los 60 inmigrantes que rescató el pasado 30 de junio frente a las costas de Libia cuando iban en una patera a la deriva.
La embarcación ha entrado por la bocana del puerto escoltado por el otro barco de la ONG, el Astral, en el que viajan cuatro eurodiputados; el remolcador Punta Mayor de Salvamento Marítimo; y el histórico Barceloneta, que ha salido a su encuentro para acompañarle en su entrada a la capital catalana.
Un operativo dispuesto por el Gobierno, la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Cruz Roja atenderá a los inmigrantes cuando desembarquen en el muelle de cruceros, después de que los médicos de Sanidad Exterior les examinen a bordo y antes de ser trasladados a los equipamientos dispuestos para acogerles.
En un entorno muy diferente a la llegada de pateras a las costas andaluzas, la llegada de los inmigrantes de Open Arms -segunda acogida anunciada a bombo y platillo por el Gobierno de Pedro Sánchez- ha contado con una cobertura mediática colosal -más medios acreditados que personas a bordo de Open Arms.
Pocos cuentan, sin embargo, la verdad tras los rescates de estas organizaciones no gubernamentales y la labor de las mafias en el norte de África:
Latigazos y gritos. La otra cara de los rescates en el Mediterráneo
En Barcelona… ¿y ahora qué?
El jefe de la unidad de emergencias deCruz Roja española, Íñigo Vila, ha explicado este miércoles que el primer objetivo del hospital de campaña que han montado para recibir a los 60 migrantes del Open Arms será rebajar su «incertidumbre» y su «ansia», tras tantos días de travesía.
Vila ha recordado que las 60 personas rescatadas en aguas internacionales frente a las costas de Libia -entre ellas, cinco mujeres y cinco menores, tres de ellos no acompañados- «en principio presentan un buen estado de salud», pues han sido atendidas en el barco por tripulación de salvamento marítimo.
Ha detallado que a los migrantes, cuando pisen tierra, se les dará «información muy básica» de cuáles son los primeros pasos administrativos que deberán seguir, aunque sin generarlos «agobio», debido a su ya de por sí difícil situación.
En caso de que a bordo hubiera mujeres embarazadas, éstas serían trasladadas rápidamente a un centro hospitalario por precaución, mientras que el resto de personas pasarán por un primer triaje -en el que se estudiará si necesitan algún tipo de atención médica- y serán «reseñados» por el Cuerpo Nacional de Policía, ha indicado.
De forma similar se han expresado desde Proactiva Open Arms, pues han indicado que a los desembarcados se les dará «alguna asistencia jurídica que les dé las primeras pinceladas» sobre su situación administrativa.
Ha señalado, así, que el Reglamento de Dublín -que establece los criterios y mecanismos para determinar el Estado miembro de la UE responsable del examen de una solicitud de protección internacional- indica que quienes pidan asilo deben hacerlo en el Estado miembro que pisan por vez primera, por lo que pretender salir de España podría suponerles su devolución a este país. Una complicación para muchos de los llegados a España, que reconocen abiertamente que su destino deseado, el lugar al que esperaban, era otro país europeo.