La reforma de la Ley que regula el derecho de asociación llegará este jueves al Pleno del Congreso, donde requerirá de mayoría absoluta (176 votos) para ser aprobada, por lo que los partidos del Gobierno no pueden perder a sus aliados. Salvado ese trámite, el texto será remitido al Senado para continuar su tramitación.
En concreto, el Pleno votará el dictamen aprobado el pasado 25 de marzo por la Comisión Constitucional, que salió adelante con el apoyo del PSOE, Sumar, ERC, Junts, PNV y Bildu, mientras que el PP y UPN se abstuvieron y sólo VOX votó en contra.
La reforma fue impulsada por el PSOE para disolver a las entidades que disienten de la «memoria» impuesta por la izquierda, y ataca la libertad de expresión, de opinión y de cátedra.
En concreto, se va a incluir en la ley vigente una disposición adicional en la citada norma para incluir como causa de disolución «la realización de actividades que constituyan apología del franquismo». Se deja claro que el motivo de disolución se aplicará con independencia de los fines teóricos y actividades plasmados en los estatutos y de que la asociación cuestionada haya cumplido o no el deber de inscripción registral.