Los funcionarios que trabajan con la Guardia Civil en aduanas combatiendo el narcotráfico tienen miedo tras el asesinato el pasado viernes de dos de sus compañeros por los tripulantes de una narcolancha. Según publica Vozpópuli, fuentes de Vigilancia Aduanera denuncian que «le ha tocado a ellos pero podríamos ser nosotros». Los funcionarios trabajan mano a mano con la Benemérita en la lucha contra el narcotráfico y pueden portar armas reglamentarias. Hace casi tres años murió uno de ellos, Luis Domínguez Iborra, al caer un helicóptero al mar mientras perseguían a una narcoclancha, pero la investigación del Ministerio de Transportes concluyó que el piloto hizo una maniobra que no estaba prevista y no tuvo mayores consecuencias.

Ahora, según la misma información, estos trabajadores denuncian que hay un «problema gravísimo de tolerancia» con el narcotráfico, como ya apuntó en una entrevista en la Cadena Ser el mismo día de los asesinatos Ana Villagómez, fiscal antidroga de Cádiz, que afirmó que cada vez hay más narcolanchas en la zona y que se sienten impunes.

Y afirman, en la misma línea que la fiscal, que antes las muertes de agentes se producían en accidentes persiguiendo a los narcos, pero que ahora, precisamente debido a esa impunidad que perciben por la dejadez del Gobierno, llegan a embestirles.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez sí prohibió la mera tenencia de estas embarcaciones, que sólo se usan para el narcotráfico, pero la convalidación de este Decreto no contó con el apoyo de sus socios de ERC y Bildu, que se abstuvieron, por lo que la adopción de medidas y elaboración de nuevas regulaciones han quedado en el aire desde 2018.