«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Los alumnos de Sant Andreu salieron en defensa de los compañeros acosados

La denuncia de la Fiscalía detalla cómo nueve profesores atacaron a los pequeños por ser hijos de guardias civiles.


El Instituto El Palau de Sant Andreu de la Barca (Barcelona), en el que ejercen los nueve profesores denunciados por la Fiscalía por acosas y humillar a los hijos de guardias civiles tras el 1-0, busca recuperar una normalidad que hoy parece imposible ante la grave situación vivida.
«El daño ya está hecho. Lo que han vivido nuestros hijos no se arregla con ninguna mediación política», asegura a ABC uno de los padres denunciantes, que niega cualquier tipo de intención de las autoridades educativas catalanas por «mediar en el conflicto».
«Hemos llegado a una situación que nunca hubiéramos imaginado. Volver al punto de partida ahora es difícil porque ha pasado lo que ha pasado y la Fiscalía nos ha dado la razón», sentencia el mismo padre que cree que los alumnos han sido víctimas por «partida doble».
Los compañeros de los alumnos vejados tuvieron un gesto de apoyo el pasado 5 de octubre, dos días después de conocerse los hechos: «Asistieron unos 200 y fue una acción ejemplar. Sin estridencias ni tensiones. No hubo padres, ni profesores, solo alumnos que salieron en apoyo de sus colega», sentencian los padres.
«Los afectados son hijos de guardias civiles que se jugaron el pellejo en tiempos de ETA y ahora ven cómo sus hijos tienen que sufrir ese comportamiento por parte de los profesores», ha desvelado el periodista Javier Negre que no comprende la indignación entre los profesores.

Las claves de la denuncia

Según la Fiscalía, los profesores denunciados de este instituto de Sant Andreu de la Barca -donde la Guardia Civil tiene su mayor casa cuartel de Cataluña-, hicieron en clase, el día 2 de octubre, comentarios tildando a los agentes de la Guardia Civil de «animales», «bestias que solo saben dar palos», «parecen unos perros rabiosos», «salvajes» e incluso pidieron a los hijos de los agentes que levantaran la mano, señalándolos así frente a sus compañeros.
Seis de los profesores ya comparecieron ante la Fiscalía el pasado 4 de enero, en unos interrogatorios en los que los docentes alegaron que fueron los alumnos los que plantearon espontáneamente un debate sobre las cargas policiales del 1-O, tras un minuto de silencio contra la violencia.
Por el contrario, la Fiscalía subraya que los comentarios en clase de los profesores, que provocaron que varios alumnos rompieran a llorar y que sus padres les tuvieran que ir a buscar al colegio, se produjeron en el contexto de «profunda hostilidad» contra las fuerzas de seguridad protagonizado «por una parte de la sociedad catalana que defiende postulados independentistas».
Según el ministerio público, los nueve profesores rompieron con su actuación los principios rectores del sistema educativo, como son el respeto de los derechos y los deberes que se derivan de la Constitución, del Estatuto, la convivencia, la inclusión escolar y la cohesión social, así como la exclusión de cualquier tipo de proselitismo o adoctrinamiento.
En la denuncia, la Fiscalía de Delitos de Odio recalca que los docentes eran conocedores del «patente clima de rechazo social» contra la Guardia Civil y de la «gran polarización» que afectaba a la sociedad catalana por las «graves tensiones derivadas del proceso independentista», que «estaba y sigue sufriendo dicha sociedad, caracterizado por una gran agitación, fractura y enfrentamiento de carácter social».
Además, argumenta que los profesores denunciados también eran conscientes del «menoscabo moral» y de la «humillación» que sus comentarios podían comportar entre sus alumnos, muchos de ellos hijos de agentes de la Guardia Civil.
La Fiscalía detalla que un profesor aseguró el 2 de octubre, en clase de matemáticas de cuarto de ESO, ante unos 30 alumnos, que no estaba en disposición de dar clase normal porque la Policía y la Guardia Civil le habían tratado «a palos, porque son unos animales y unos bestias que solo saben dar palos», abriendo un debate entre los alumnos sobre las cargas policiales del referéndum ilegal del 1-O.
Este mismo profesor también aseguró en la siguiente clase que estaba muy triste y no tenía ganas de dar clases por la «violencia desproporcionada» ejercida por la Guardia Civil y la Policía.
Una profesora de catalán aseguró que los agentes de la Guardia Civil «son unos animales, solo saben dar palos», ante lo que una alumna de 15 años rompió a llorar, aseguró que su padre no era así y pidió salir de clase porque se sentía señalada y humillada ante el resto de compañeros de aula.
Según la denuncia, otra profesora, de inglés, también condenó la «violencia» del 1-O y, tras mostrar en clase una fotografía en la que aparecían unos cincuenta agentes de la Guardia Civil, aseguró que parecían «perros rabiosos», ante lo que una alumna trató de explicar entre lágrimas que su padre estaba haciendo su trabajo.
Esta misma profesora también preguntó en clase de primero de ESO a sus 25 alumnos «¿quiénes son hijos de Guardia Civil?», con el objetivo, según la Fiscalía, de «señalarlos como hijos de Guardia Civiles, evidenciarles ante el resto de compañeros y generarles sentimientos de culpa con la consiguiente humillación, dado el ambiente hostil que se respiraba en todo el instituto al atribuir a los Guardia Civiles la condición de violentos».
Según la Fiscalía, los docentes también «exigieron» a todos los alumnos que bajaran a las 12.00 horas al patio para protestar por la «violencia» policial durante el 1-O y para «defender la independencia».
Una profesora de Naturales avisó a los alumnos: «el que esté a favor de la violencia policial que se quede en clase y el que no, que se baje al patio», mientras otra docente, también de Naturales, se dirigió a un alumno de 12 años y le dijo en clase: «¿estarás contento con lo que hizo tu padre ayer?».
Según la denuncia, una tutora de primero de bachillerato también se dirigió a los alumnos para decirles que estaba «indignada» con la Guardia Civil «porque han sido unos salvajes», al tiempo que les animó a protestar a las 12.00 horas en el patio.
Una alumna replicó que ella no pensaba ir al patio, porque iba al Instituto a estudiar y no a hablar de política, ante lo que la profesora le respondió: «pues eso es lo que hay, si no te gusta, ahí tienes la puerta», según la denuncia.
 

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