Los presidentes autonómicos socialistas han rechazado acudir al debate el próximo jueves en la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado por la amnistía que el Gobierno de Pedro Sánchez prepara al separatismo.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado este lunes que una hipotética ley de amnistía como moneda de cambio al apoyo de una investidura de Pedro Sánchez traerá a España «desigualdades» cuya factura la pagarán «las próximas generaciones», aunque fuentes de su equipo rechazan acudir a la cita impulsada por el PP porque es un «cónclave partidista» y tratan de «instrumentalizar el Senado». Tampoco acudirán los socialistas María Chivite y Adrián Barbón. «Muy agradecido por la invitación pero ese día estaré en Asturias (…). Mi compromiso está en mi tierra», tuiteó el pasado miércoles el presidente asturiano.
El expresidente de Extremadura y hoy vicepresidente segundo del Senado, Guillermo Fernández Vara, vendió la amnistía —sin mencionarla— el pasado sábado en un acto en Mérida con Pedro Sánchez al afirmar que «a patadas no se puede convivir» y que «no hay más secreto que la convivencia y el diálogo». «Hay cosas que no las van a resolver los tribunales, sólo las puede resolver el diálogo», concluyó.
Y mientras… el PSOE rechaza todas las mociones del PP en distintas instituciones contra la amnistía. La última ha sido en el Consejo Insular de Menorca, que aprobó este lunes con los votos en contra del PSOE y Més per Menorca una moción cuyo objetivo era rechazar «cualquier tipo de amnistía o indulto generalizado para cualquier grupo de ciudadanos, cualquiera que sea su delito». «Se ha presentado esta iniciativa con el objetivo de que todos los partidos, sobre todo el PSOE, dijeran explícitamente si están a favor o en contra de la tramitación de la ley de amnistía», explicó el portavoz del PP en el Consejo Insular, Joan Pons Torres.
La pasada semana el PSOE votó en contra de la moción presentada por el PP en el Parlamento balear y en la Asamblea de Melilla en contra de la amnistía y contra otra cuyo objetivo era «promover la igualdad entre españoles» al considerar que ambas eran «una cortina de humo» de los populares. Y antes el PSOE rechazó una iniciativa similar en la Asamblea de Madrid y en el Senado. «No cuenten con nosotros para la confrontación porque nosotros estaremos para el diálogo», proclamó la portavoz socialista en la Cámara Alta, Eva Granados.