El secretario de ErNE ha querido trasladar su apoyo, solidaridad y reconocimiento a los policías que participaron en los dispositivos de seguridad, con una labor «efectiva y eficiente».
El secretario general de ErNE, sindicato mayoritario de la Ertzaintza, Roberto Seijo, ha acusado este lunes a los miembros del Govern catalán, especialmente a su presidente y al conseller de Interior, de «pisotear, humillar y maltratar» a los Mossos d’Esquadra y de «dinamitar» así los pilares democráticos.
Seijo ha hecho estas declaraciones a Efe tras los graves incidentes de seguridad pública ocurridos recientemente en Terrasa y Girona con motivo de los actos conmemorativos del 40 aniversario de la Constitución y las sucesivas manifestaciones del presidente de la Generalitat, Quim Torra, y su conseller de Interior, Miquel Buch, cuestionando la intervención de los Mossos.
El secretario de ErNE ha querido trasladar su apoyo, solidaridad y reconocimiento profesional a los miembros de la policía autonómica que participaron en los dispositivos de seguridad, con una labor «efectiva y eficiente».
Cree Seijo que las manifestaciones de los dirigentes del gobierno catalán «dinamitan los pilares básicos en los que se sustenta una policía democrática».
A su juicio, la contribución de los Mossos a la convivencia cívica en Cataluña es «incuestionable», ya que además de garantizar la seguridad, protegen las libertades y derechos de los ciudadanos.
Ha recordado que la Ertzaintza también ha sufrido en su corta historia situaciones similares y ha indicado cómo a los dirigentes vascos también les era «incómodo» gestionar su policía autonómica «por miedo, por falta de voluntad política o por inoperancia».
Seijo ha lamentado que una vez más al colectivo de los Mossos «se les pisotea, humilla y maltrata por aquellos que deberían protegerles».
ErNE recomienda a los Mossos que exijan a los responsables de esta «lamentable» situación, la «inmediata aplicación» de una Resolución del Consejo de Europa sobre la Policía, que hace referencia a la necesidad de preservar «la integridad, imparcialidad y dignidad» de los agentes de las fuerzas de seguridad.