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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Los interrogantes que deja la comparecencia de Zoido sobre el 1-O

Admite que aún no se sabe «a ciencia exacta» cómo llegaron a algunos centros de votación las urnas para la consulta ilegal.


El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha comparecido este jueves en la Comisión de Interior del Senado para dar cuenta de la Operación Copérnico que llevó a Cataluña a miles de agentes para devolver la legalidad a esa comunidad ante la celebración del referéndum ilegal del 1-O.

¿Cómo llegaron las urnas?

La declaración del ministro ha dejado varios interrogantes. Ha admitido que aún no se sabe «a ciencia exacta» cómo llegaron a algunos centros de votación las urnas para la consulta convocada por la Generalitat el 1-O y que la Guardia Civil y los Mossos no lograron encontrarlas. «Las urnas se buscaron», ha dicho, antes de explicar que tanto efectivos de la Guardia Civil como de los mossos trataron de encontrar unas urnas con características similares a las que se emplean normalmente en cualquier cita electoral.
En este sentido, ha expresado su convencimiento que las urnas no llegaron a ningún organismo de la Generalitat ni a ninguno de sus dirigentes, pero ha recordado que había 40.000 voluntarios para llevar a cabo la consulta ilegal. Tampoco llegaron las urnas en contenedores ni a los puertos ni a los aeropuertos, ha añadido quien ha insinuado que los nuevos métodos en la mensajería pudieron esquivar el control de las fuerzas de seguridad. Pese a que no se localizaron las urnas, el ministro ha defendido el trabajo en Cataluña. «No cabe hablar de ineptitud», ha zanjado.

Los Mossos mantienen su estructura pese a su pasividad el 1-0

Los Mossos destinaron en la jornada del referéndum ilegal de Cataluña del 1-O un total de 7.850 agentes, casi 4.000 menos que los que desplegaron en las elecciones autonómicas del pasado 21 de diciembre, con 11.565 efectivos. Y eso a pesar de la orden judicial para impedir el referéndum, la crispación y la conflictividad que se presuponía en la jornada.
El entonces mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero, se comprometió en la reuniones operativas previas a desplegar un amplio dispositivo, pero finalmente la policía autonómica dedicó el 1-O un total de 7.850, ha subrayado Zoido. «Diligentes en cuanto al número no fueron», ha reiterado, antes de censurar la actitud de «absoluta pasividad» de este Cuerpo al que ha acusado de «limitada eficacia» para cumplir con la orden de impedir el referéndum.
Pese a las declaraciones de Zoido, el Gobierno no cambió los mandos y la estructura de la institución. Con la apertura de la nueva legislatura y la inminente desaparición del 155 no parece que lo vaya a hacer. Es decir, seguirán los mismos que cometieron el presunto delito.

Cero autocrítica por las condiciones precarias

La Operación Copérnico, que llevó a desplegar hasta 6.000 agentes, ha supuesto para las arcas del Estado un coste de 87 millones de euros, según ha dicho Zoido, que no ha incidido en el presupuesto destinado a las condiciones de los guardias civiles y policías. Estos denunciaron precariedad en los barcos y fueron expulsados de hoteles por las hordas separatistas.
Los sindicatos policiales denunciaron que se establecieron en camarotes con «nula planificación de servicios, descansos y desinterés manifiesto» hacia ellos. «Vaya zulito bueno, sin ventana, con una cama abatible… Y aquí tenemos que estar cuatro personas». Este fue el testimonio de uno de los agentes.

¿Solo elogios?

Zoido ha avalado la actuación de la Policía Nacional y la Guardia Civil y la ha calificado de «legítima, profesional y proporcionada». «Los hechos son lamentables y, preferiblemente, nunca debieron producirse, pero las fuerzas de seguridad del Estado no pueden eludir su responsabilidad, no pueden mirar para otro lado, tienen que actuar cuando las circunstancias lo requieren y además cuando la autoridad judicial o fiscal lo ordena», ha dicho.
Los elogios han llegado dos días después de presentar un documento que abre la puerta a la equiparación salarial con las policías autonómicas, una reivindicación de los agentes, pero que no la confirma. Recoge el compromiso de «impulsar» y «solicitar» al Ministerio de Hacienda los fondos necesarios para hacerla posible en los próximos presupuestos generales, pero no incluye la certeza de que será así.
 
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Las condiciones de policías y guardias civiles a Zoido para el acuerdo
 

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