Desde el 26 de junio del 2015, España se encuentra en el nivel 4 de alerta antiterrorista.
El Ayuntamiento de Madrid ha establecido un dispositivo de seguridad con motivo de las procesiones de Semana Santa que impedirá circular por el distrito Centro a los vehículos de más de 3.500 kilogramos durante los días 28, 29, 30 y 31 de marzo con motivo de la Semana Santa, en horas determinadas.
En una disposición, el área de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de la capital establece las medidas extraordinarias que afectarán a la capital con motivo de las procesiones de esos días.
Estos eventos, según la orden firmada por el coordinador del área, Daniel Vázquez, similar a la del año pasado, son «eventos especialmente sensibles dado que se celebran en espacios abiertos, muchas veces en vías públicas dotadas de una anchura suficiente para el tráfico rodado de todo tipo de vehículos», en los que se producen grandes aglomeraciones de personas.
En concreto, del 28 al 30 de marzo no podrán circular los camiones entre las 16.00 y las 6.00 horas y el día 31 las restricciones serán de 14.00 a 23.00 horas.
La Policía Municipal, con la ayuda de los Agentes de Movilidad, establecerá las medidas oportunas para evitar la circulación de estos vehículos, y no sancionarán a los que estén dentro del perímetro de seguridad antes del inicio de ese horario aunque se les pedirá que abandonen inmediatamente la zona.
La resolución no afecta a los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), los autobuses de transporte turístico de concesión municipal, los interurbanos de línea regular, las unidades móviles de producción y retransmisión audiovisual o los vehículos que reciban autorización expresa de la Dirección General de la Policía Municipal previa solicitud.
El Ayuntamiento ha establecido estas medidas extraordinarias para asegurar al máximo la seguridad. Desde el 26 de junio del 2015, España se encuentra en el nivel 4 de alerta antiterrorista (NAA).
Especialmente los días 29, 30 y 31 de marzo (Jueves, Viernes y Sábado Santo) se produce, según el Ayuntamiento, «una simultaneidad y coincidencia de procesiones que se celebran en el Distrito Centro de Madrid, en muchos casos a escasas calles unas de las otras».
Además del contenido religioso, estos eventos suponen un enorme atractivo turístico para la ciudad de Madrid, concitándose en algunos de ellos más de 100.000 personas que acuden como público.