La Plaza de Castilla en Madrid se ha convertido en el escenario de una multitudinaria manifestación en contra del Gobierno de Pedro Sánchez, actualmente bajo un intenso escrutinio por supuestos casos de corrupción que involucran a familiares y miembros de su partido. Más de un centenar de organizaciones han convocado esta protesta bajo el lema «elecciones generales, ya», recibiendo el respaldo de los partidos PP y VOX.
Los asistentes han ondeado banderas de España y han portado pancartas que defendían a las víctimas del terrorismo o exhibían imágenes de Pedro Sánchez a modo de crítica. La protesta se ha desarrollado sin incidentes, y entre los presentes se encontraban Santiago Abascal junto a un gran número de diputados de su formación y algún líder del Partido Popular.
El acto ha sido considerado un éxito de convocatoria, con carteles que contenían mensajes como «Begoña Fundraiser» y una imagen de Sánchez junto al apodo «uno», que se le atribuía por su relación con algunos miembros de la trama Ábalos.
Un manifiesto, que será leído durante la concentración, ha sido respaldado por más de un centenar de agrupaciones de la sociedad civil. Este documento denuncia las concesiones al independentismo catalán y los casos de corrupción asociados con Sánchez y su administración. La convocatoria busca luchar «por la unidad, la dignidad, la Ley y la libertad».
El manifiesto critica la asignación del cupo catalán a los nacionalistas, lo que, según afirman, perjudica gravemente a otras comunidades autónomas. También expresan su descontento con la cesión de la gestión de la Seguridad Social al País Vasco, donde el Gobierno Vasco tomará decisiones mientras el resto de los ciudadanos españoles asumirán el costo de su déficit. Asimismo, mencionan la «colonización» de instituciones públicas, incluyendo Correos, Renfe, AENA, Adif, REE, Navantia, Hispasat, Tragsa y Enresa.
El texto denuncia el «grave deterioro de la democracia» en España, así como la «compra obscena de apoyos parlamentarios» mediante medidas que comprometen la igualdad y la solidaridad interterritorial. Los convocantes hacen un llamado a todos los ciudadanos a unirse a la protesta, destacando que no es un encuentro exclusivo de izquierdas, derechas o del centro, sino una reunión de demócratas dispuestos a enfrentar un proceso de «cesiones ilimitadas».
Asimismo, exigen la dimisión de Pedro Sánchez, argumentando que su Gobierno está compuesto por una «amalgama» unida por un proyecto que busca alterar los procedimientos constitucionales a través de un «rodillo» de medidas que traspasan límites que antes se consideraban inquebrantables. Critican la narrativa de Ferraz, que, según ellos, disfraza sus intenciones bajo términos como «ultraderecha» y que en realidad busca desestabilizar los equilibrios constitucionales y las bases del sistema democrático.
El manifiesto concluye afirmando que la democracia no es el estado natural de la sociedad y que su supervivencia depende de que las comunidades que se benefician de ella se unan para defenderla de las amenazas que enfrenta. Ponen como ejemplo a varios países de Hispanoamérica, destacando la situación en Venezuela. El documento finaliza con un claro llamado: «¡Elecciones generales, ya!» como meta para detener la degeneración de España.