Maite Pagazaurtundúa ha pedido que no se dé «bombo» al comunicado de la organización publicado hace una semana.
El «falso perdón» pedido por ETA a las víctimas en su comunicado del pasado 20 de abril, en vísperas de su disolución definitiva en mayo, puede provocar, si se toma en serio, «una segunda herida terrible» que «ni un regimiento de psiquiatras y psicólogos podrá atender», según la eurodiputada Maite Pagazaurtundúa.
Así lo ha expresado Pagazaurtundúa durante la celebración de las jornadas ‘La doble victimación y el sufrimiento evitable’, que ella misma ha organizado y en las que ha participado también el psiquiatra experto en victimación secundaria Raúl Nehama.
Maite Pagazaurtundúa es activista por los derechos humanos desde que ETA asesinó a su hermano, el jefe de la policía local de Andoain Joseba Pagazaurtundúa en 2003 y este viernes ha pedido que no se dé «bombo» al comunicado de la organización publicado hace una semana.
Este «falso perdón» no es «un cierre respetuoso», sino «una operación de blanqueamiento y propaganda», según Pagazaurtundúa, quien recuerda que estamos en un «momento muy delicado», pues quedan apenas unos días para el acto de la supuesta disolución definitiva de la organización, previsto para el próximo 4 de mayo en Bayona (Francia).
Por lo tanto, es necesario en este punto «no perder la vista humana» pues, según la ponente, en ese evento se volverá a «cosificar a las víctimas», como siempre ha hecho ETA, para utilizarlas como campaña política.
Maite Pagazaurtundúa, que es diputada de UPYD en el Parlamento Europeo, ha explicado que este mismo jueves en la Eurocámara se aprobaron una serie de enmiendas al Informe de aplicación sobre la Directiva de Víctimas de 2012 que serán llevadas al plenario en mayo o junio.
Estas enmiendas proponen nuevas medidas para mejorar una directiva que, según la eurodiputada, se está implementando «mal» y trata, entre otras cosas, de «poner nombre» a la doble victimación para poder «canalizar todo el dolor».
Precisamente, estas enmiendas piden a los Estados que eviten «una posterior victimización derivada de humillaciones y ataques al honor de la víctima por parte de sectores sociales afines al atacante» y recuerda que tales manifestaciones no deben quedar amparadas por la libertad de expresión.
A este respecto, Maite Pagazaurtundúa ha recordado durante su ponencia que, según datos de la asociación de víctimas Covite, en 2017 se celebraron cuarenta recibimientos de homenaje a presos excarcelados de la banda terrorista ETA.