«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Los funcionarios deben costear de antemano alojamiento y comida

Marlaska ningunea a la Policía y les obliga a adelantar 1.000 euros para su manutención en la cumbre de la ONU en Sevilla

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro el Interior, Fernando Grande-Marlaska, en el Pleno del Congreso de los Diputados - Europa Press

Los policías nacionales se ven obligados a adelantar unos 1.000 euros de su bolsillo para cubrir su manutención en la próxima cumbre de la ONU en Sevilla, que se celebrará del 30 de junio al 3 de julio. El evento, que contará con la presencia de miles de agentes desplazados desde distintos puntos del país, coincide con una situación de alerta antiterrorista en nivel 4 sobre 5 y pondrá a prueba tanto la capacidad operativa como las condiciones laborales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, según avanza OkDiario.

Las quejas por parte del sindicato Jupol, mayoritario en el cuerpo, no se han hecho esperar. Su secretario general, Aarón Rivero, denuncia que los funcionarios deben costear de antemano alojamiento y comida, una carga que en muchos casos no pueden asumir sin recurrir al apoyo económico de familiares. “Hay compañeros que ni siquiera han cobrado las dietas de hace más de cuatro meses y ya han tenido que adelantar más de 2.000 euros para nuevas comisiones de servicio”, señala Rivero.

Las actuales indemnizaciones diarias por desplazamiento —establecidas en el Real Decreto 462/2002, que no ha sido actualizado en más de dos décadas— resultan claramente insuficientes. Un agente de la escala básica recibe 48,92 euros por pernocta y 28,21 por manutención: un total de 77,13 euros al día. Cifras, según Jupol, completamente desfasadas. “Es impensable alojarse en Sevilla por poco más de 40 euros la noche en pleno evento internacional”, critica el dirigente sindical.

La precariedad no es exclusiva de esta cita. En destinos como Baleares, Gibraltar o zonas turísticas como Ibiza o Palma, muchos agentes se ven obligados a dormir en vehículos, trasteros o balcones ante la imposibilidad de encontrar un alojamiento asequible. “Con un sueldo limitado y el mercado del alquiler disparado, es imposible cubrir esos costes con las dietas actuales”, lamenta Rivero.

El malestar de los agentes contrasta con otros gastos que sí parecen tener cabida en los presupuestos del Gobierno. “Para prostitutas hay dinero, para fontaneros a medida o para tapar escándalos de corrupción, también. Pero para que los policías trabajen dignamente, no”, afirma el secretario general de Jupol, en alusión a las tramas que salpican al entorno socialista.

Rivero también se ha referido al polémico comentario del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre que eran “las cinco y no había comido”, tachándolo de una “broma de mal gusto” y un insulto a quienes a menudo “ni comen a las cinco, ni a las diez de la noche ni a las tres de la madrugada” por estar cumpliendo con su labor.

El sindicato también alza la voz contra las enormes desigualdades salariales entre cuerpos policiales. Un agente de la Policía Nacional puede llegar a cobrar entre 700 y 800 euros menos al mes que un ertzaina. Por eso, una de las principales exigencias de Jupol es la equiparación salarial real y el reconocimiento efectivo de la profesión como actividad de riesgo, algo que ya ha sido avalado recientemente por el Tribunal Supremo.

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