«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Rabat se erige como figura emergente en la región

Marruecos se postula como el gran aliado de EEUU ante la negativa del Gobierno de Sánchez a aumentar el gasto en Defensa

La ministra de Defensa, Margarita Robles, en su visita a la base Miguel de Cervantes en Marjayoun (Líbano). Ministerio de Defensa

La relación entre España y Estados Unidos afronta una etapa cada vez más delicada por las diferencias en las prioridades militares y políticas. El nuevo presidente Donald Trump insiste en elevar de forma significativa el gasto en Defensa, hasta un ambicioso 5% del PIB, mucho más allá del 2% prometido por España para 2029 en la Cumbre de Madrid de la OTAN.

En este contexto, la figura de Marruecos resurge como un actor clave en la estrategia estadounidense. Durante su anterior mandato, Trump fortaleció la relación con el reino alauí, apoyando su soberanía sobre el Sáhara Occidental, fomentando acuerdos con Israel y promoviendo la cooperación militar. Estas alianzas se reflejan en iniciativas como el African Lion, unas maniobras militares multinacionales que posicionan a Marruecos como un socio prioritario para Washington en el norte de África.

El reto del gasto en Defensa en España

En 2023, España destinó un 1,29% de su PIB a Defensa, una cifra que representa un incremento respecto a años anteriores, pero que sigue siendo insuficiente para las demandas de la OTAN. La organización, liderada por el secretario general Mark Rutte, sugiere un gasto ideal del 3,6% o 3,7%, mientras que Trump aspira incluso al 5%. Sin embargo, el panorama político español dificulta avanzar en esta dirección.

Marruecos: el gran aliado de Washington

Bajo el liderazgo de Mohamed VI, Marruecos ha ganado peso como aliado estratégico de Estados Unidos, especialmente en materia de Defensa. Rabat ha emprendido un ambicioso plan de modernización militar con el respaldo de Washington, desafiando la hegemonía de Argelia en el Magreb. La cooperación incluye el Africom (United States Africa Command), un mando militar estadounidense que coordina operaciones en África, y la celebración anual de las maniobras African Lion, que reúnen a diversas naciones en ejercicios conjuntos por tierra, mar y aire.

Además, Marruecos no pierde de vista sus propios intereses en la relación con España. A pesar de la aparente cercanía diplomática entre Madrid y Rabat, persisten tensiones encubiertas, como los retrasos en la reapertura de las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla. Analistas interpretan estos contratiempos como una táctica de presión de Mohamed VI para obtener concesiones relacionadas con la soberanía de estas ciudades autónomas o el control del espacio aéreo del Sáhara.

+ en
Fondo newsletter