España está viviendo un incremento de detenciones por terrorismo yihadista: en los primeros tres meses de 2025 las autoridades han registrado 33 detenciones en 15 operaciones, una cifra que casi triplica las 13 del año pasado.
Los datos, obtenidos de fuentes policiales y registros oficiales del Ministerio del Interior, muestran una evolución negativa y preocupante en la amenaza yihadista. En el primer trimestre de 2019 se efectuaron dos detenciones, una cifra que se duplicó en 2020 y 2021 (3 y 4 respectivamente). Sin embargo, el aumento se volvió más evidente en 2023, con 16 detenciones, y en 2024, con 13. Este año ya se ha alcanzado un pico histórico con 33 detenciones.
Esta progresión, que representa un incremento del 725% desde 2019 y un 154% desde 2024, no sólo pone de manifiesto la eficacia de las fuerzas de seguridad, sino también un riesgo creciente. Fuentes de la Policía Nacional señalan que esta escalada es resultado de una detección más efectiva, pero que «la situación es alarmante, con un riesgo de atentado yihadista que se ha multiplicado exponencialmente».
2025: el año de mayor peligro
El primer trimestre de 2025 ya se perfila como el período de mayor actividad yihadista registrada. Con 15 operaciones, las autoridades han intensificado sus esfuerzos para desmantelar redes que están operando con una agresividad sin precedentes. «El DAESH ha hecho de atentar en España una prioridad en estos momentos, y el grado de peligrosidad es máximo», advierten los expertos policiales. Esta afirmación se sustenta en la creciente propaganda yihadista detectada en numerosas redes sociales, especialmente en Telegram, donde se concentra la mayor parte de la actividad.
Las fuentes destacan que la radicalización en línea ha alcanzado niveles críticos, con un aumento significativo de contenido extremista que recluta y motiva a potenciales terroristas. Telegram se ha convertido en el epicentro de estas operaciones, facilitando la coordinación y difusión de mensajes que incitan a la violencia, lo que ha obligado a las fuerzas de seguridad a redoblar su vigilancia digital.
Un contexto de alerta histórico con Barcelona como epicentro
Desde los atentados del 11 de marzo de 2004, España ha detenido a 797 yihadistas en su territorio y 109 en otros países. Los picos de actividad se registraron entre 2015 y 2017, con 36 a 52 operaciones anuales, pero el arranque de 2025 supera con creces esas cifras. Esta evolución negativa subraya la persistencia de la amenaza, agravada por la actual coyuntura global y la sofisticación de las redes terroristas.
El mapa de detenciones en el primer trimestre de 2025 consultado por LA GACETA revela que Barcelona se ha consolidado como el epicentro de la amenaza yihadista, con dos operaciones que han resultado en 11 detenciones. Las operaciones se han centrado en localidades como Barcelona (4 detenidos), Santa Coloma de Gramanet (3), Badalona (2), Sabadell (1) y Sant Feliu de Llobregat (1).
Sin embargo, la actividad yihadista se extiende por todo el territorio español, con operaciones significativas en Madrid (5 detenidos en Leganés, Alcorcón y Madrid), Pontevedra (3 en Pontevedra), Toledo (3 en Fuensalida), Melilla (3), Valencia (2 en La Eliana y Valencia), Alicante (2 en Crevillente), y una detención cada una en Málaga, Córdoba, Orense (Padrenda) y La Coruña (Santiago de Compostela).
Las operaciones multiprovinciales de 2025 sugieren que la amenaza está distribuida por todo el país, lo que complica aún más la tarea de las fuerzas de seguridad. Las fuentes consultadas insisten en que sin una acción coordinada a nivel nacional e internacional el riesgo de un atentado de gran escala podría materializarse en los próximos meses.