Desde temprano, miles de personas armadas con palas, cubos, escobas y agua se han volcado a ayudar en los pueblos del sur de Valencia devastados por las recientes lluvias torrenciales de la DANA. Dispuestos a colaborar en lo que puedan, los voluntarios recorren las pasarelas y caminos ferroviarios dañados que cruzan el cauce del Turia, divididos en grupos que se dirigen a localidades como La Torre, Paiporta, Catarroja, Sedaví y Alfafar. Allí se entregan a la limpieza y el desescombro, sacando lodo y agua de garajes, locales y casas de una sola planta, en una escena que recuerda a una zona de guerra. En varias calles, coches destruidos se amontonan unos sobre otros, obstruyendo el acceso a varias zonas.
Ante la falta de organización y el desbordamiento de las autoridades, los ciudadanos han tomado en gran medida el control de la situación. Muchos, enfrentándose al desastre con sus propias manos, perciben que los recursos estatales y regionales, por bien intencionados que sean, resultan insuficientes frente a la magnitud del destrozo.
A lo largo de la jornada, unidades de la Unidad Militar de Emergencia, los bomberos y Protección Civil han trabajado sin descanso en las áreas afectadas. La Generalidad emitió un comunicado al mediodía solicitando a la ciudadanía que no se desplace a las zonas afectadas del sur de L’Horta debido al colapso de los accesos, ya que esto obstaculiza el trabajo de los equipos de emergencia. Pese a estas advertencias, los voluntarios continúan en su empeño. «Hoy venimos a ayudar a unos amigos con un negocio en Catarroja», explica una joven a El Confidencial.
Mientras tanto, camiones de la UME y de bomberos están movilizando recursos para limpiar las calles y despejar las rutas de acceso, esencial para facilitar la intervención de los equipos organizados de la Generalitat y del Gobierno. Estas labores de limpieza, junto con el esfuerzo colectivo de la comunidad, buscan recuperar la normalidad en una región golpeada, donde cada acto de solidaridad cuenta, y las acciones de quienes simplemente vienen a observar contrastan con el espíritu de ayuda que predomina.