Los suboficiales advierten a Margarita Robles de que los militares sufren “muchos y graves problemas” y esperan que esté dispuesta a solucionarlos.
La Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (Asfaspro) espera “diálogo y voluntad” de la nueva ministra de Defensa, Margarita Robles. Lamentan que la socialista no invitara a las asociaciones profesionales al acto de toma de posesión de la cartera y le recuerdan que “los militares tienen problemas profesionales que se deben solucionar”.
La solución, añaden, “sólo puede llegar a través del diálogo de los representantes ministeriales con los representantes de las asociaciones profesionales”. Remarcan que existe un foro específico para ellos, el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas, y que “resulta indispensable mejorar su funcionamiento para que sea eficaz y no un simple escenario para convidados de piedra”.
Desde Asfaspro recuerdan que la ministra saliente, María Dolores de Cospedal, anunció en diciembre de 2017 en el Consejo de Personal y, posteriormente, en la Pascua Militar, que se procedería al estudio de las retribuciones militares. Subrayan, sin embargo, que “han pasado seis meses y no se sabe nada de ese estudio, mientras las retribuciones de los militares siguen en la misma grave situación que denunció el propio Congreso de los Diputados en marzo, con grandes diferencias entre las nóminas de las Fuerzas Armadas y las de las Fuerzas de Seguridad que deben ser corregidas”.
Un aspecto retributivo muy concreto que sirve como prueba de la disposición a resolver los problemas de personal, según la asociación, es la segunda pérdida que sufre el personal militar en reserva cuando cumple 63 años, que “ve cómo se evapora el 20% de sus complementos, convirtiéndolo en el único colectivo penalizado con esta disminución de ingresos”.
Los suboficiales advierten a Margarita Robles de que los militares sufren “muchos y graves problemas” y esperan que esté dispuesta a solucionarlos. Citan, por ejemplo: la falta de ayudas eficaces a la obligada movilidad geográfica, precaria conciliación familiar, servicios y guardias sin la compensación adecuada, la deficiente promoción interna y la falta de medidas que eviten el envejecimiento de la escala de suboficiales.
