Alejandro Luzón ha tomado posesión este miércoles como nuevo jefe de la Fiscalía Anticorrupción en sustitución de Manuel Moix y amadrinado por la exfiscal general del Estado Consuelo Madrigal.
El presidente del Tribunal Supremo (TS) y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, ha presidido la breve ceremonia celebrada en el Salón de Plenos del alto tribunal, ante una nutrida presencia de altos cargos de la judicatura.
Luzón ha jurado el cargo ante un crucifijo y junto a Madrigal, que ha ejercido como su madrina en el acto, que ha contado con la presencia también del propio Moix. La anterior fiscal general del Estado renunció a repetir en el cargo, según han publicado varios medios, después de que el Gobierno le exigiese algunos nombramientos dentro del cuerpo con los que no estaba de acuerdo, como el de Moix.
Además del exfiscal jefe de Anticorrupción, han asistido el fiscal general del Estado, Jose Manuel Maza, sus dos antecesores en el cargo, Madrigal y Eduardo Torres-Dulce, el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, la secretario de Estado de Justicia, Carmen Sánchez Cortes, así como numerosos vocales del CGPJ y magistrados del Supremo.
El Gobierno aprobó el pasado viernes el nombramiento de Luzón tras recibir la propuesta del fiscal general, que fue avalada por el Consejo Fiscal, órgano asesor del fiscal general del Estado, por ocho votos frente a los tres del fiscal del Supremo Pedro Crespo.
Luzón, un fiscal muy bien valorado
Alejandro Luzón, de 53 años y uno de los fundadores de Anticorrupción, es un fiscal respetado y valorado por toda la carrera, y será el encargado de pacificarla después de la convulsa etapa de Manuel Moix.
Luzón vuelve a la que fue ‘su casa’ durante veinte años, y que él mismo ayudó a fundar a las órdenes de Carlos Jiménez Villarejo en 1995, tras ser nombrado hace dos años teniente fiscal de la Secretaría Técnica.
Se trata del cuarto fiscal jefe Anticorrupción tras los mandatos de Carlos Jiménez Villarejo, Antonio Salinas y Manuel Moix.
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