Aunque se presentó como el candidato de la ‘renovación’, el presidente de la República no consigue mitigar el descontento de sus ciudadanos.
Los funcionarios franceses se manifiestan contra la reforma laboral del presidente Emmanuel Macron, al tiempo que se han convocado paros que afectan sobre todo a los transportes. Por primera vez en diez años, según destaca el canal «BFM TV», todos los sindicatos de la función pública se han unido para denunciar los efectos negativos sobre su sector de los planes del Ejecutivo.
En su convocatoria, las nueve organizaciones sindicales consideran «inaceptable» que su poder adquisitivo se vaya a ver perjudicado y que haya un recorte previsto de cerca de 120.000 puestos en su sector.
La protesta, que invita a tomar las calles a unos 5,4 millones de trabajadores, repercutirá especialmente en el transporte: la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) recomendó a las compañías aéreas reducir el 30 % de los vuelos previstos para hoy. Entre otras aerolíneas, Easyjet suprimirá cerca de 104 vuelos, y Ryanair cuenta con dejar en tierra a otros 220.
Aunque la compañía ferroviaria SNCF no espera perturbaciones, la empresa gestora de los transportes públicos, RATP, advierte de que puede haber retrasos en el cercanías B de la región parisina.
Todos los profesores han sido convocados también por sus respectivos sindicatos, y solo en París, según Snuipp-FSU 75, está previsto el cierre de 70 centros escolares, en una jornada en la que también están llamados a manifestarse los agentes de las fuerzas del orden o el personal sanitario.
Los sindicatos, según su llamamiento, exigen «una verdadera negociación salarial», que se traduzca en un «verdadero reconocimiento» de su trabajo y en la consecución de los medios necesarios para poder ejercerlo.