Se cumplen catorce años del peor atentado de la historia de España. Diez explosiones casi simultáneas en cuatro trenes se cobraron la vida de 193 personas.
Se cumplen catorce años del peor atentado de la historia de España. Tuvo lugar el 11 de marzo de 2004 en Madrid y se cobró la vida de 193 personas, y dejó más dos mil heridos. Entre las 07:36 y las 07:40 de la mañana, en hora punta, se produjeron diez explosiones casi simultáneas en cuatro de Cercanías.
Una exposición en Guadalajara recuerda a los asesinados. Su título es «Once de Marzo» y es obra del artista valenciano Eduardo Nave. Es un espacio de encuentro y memoria inaugurado esta semana por el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que abogó por garantizar el derecho a la memoria de las víctimas del terrorismo y consideró que «tenemos el deber institucional y moral de impulsar acciones activas de reconocimiento».
«Nuestra obligación es garantizar un derecho a la memoria para las víctimas, que está consagrado en la Ley de Reconocimiento y Protección Integral de las Víctimas del Terrorismo», dijo antes de añadir que «solo a través de ella se puede construir una sociedad a través de unos cimientos sólidos y que sean claros en el respeto de los derechos fundamentales más básicos, como son la vida, la libertad y la seguridad».
Asimismo, aseguró que «cualquier homenaje y recuerdo a las víctimas es importante y así podrá ayudar a tomar conciencia y cumplir con los compromisos de memoria, dignidad, verdad y justicia, que para sí tienen las víctimas del terrorismo».
La exposición es un viaje visual por el día de los escenarios de los atentados. En concreto, es una muestra fotográfica a través los escenarios de los atentados, «pero no un día cualquiera, sino los cuatro 11 de marzo de cuatro años sucesivos (2010-2013)», ha puntualizado el artista. Ha sido concebida para crear un estado emocional y reflexivo «que busca renovar el apoyo anímico a quienes directamente sufrieron el daño causado por los atentados terroristas».
Su recorrido se detiene en la estación de Atocha, la estación de Santa Eugenia, la estación de El Pozo y la calle Téllez. Según el autor, regresa a esos lugares para verlos de nuevo y hacerlos hablar, pero sobre todo hacernos mirar. «Donde la huella está al borde de la desaparición trato de sentir lo que otros vivieron allí», añade. Nave cuestiona el modo de representar el horror y hace contemplar un lugar portador de calma y silencio, pero invierte el valor sosegado atribuido a un bello paisaje cuando lo relaciona con un fatídico suceso.
La muestra, que se expone en el Espacio TYCE hasta el próximo 18 de marzo, ha sido organizada por la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, por la Fundación Víctimas del Terrorismo y por el Ayuntamiento de Guadalajara y cuenta con la colaboración de la Asociación 11M Afectados por el Terrorismo y la Asociación Ayuda 11M.
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