«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Se han inundado cientos de explotaciones agrícolas

Organizaciones agrarias de la Comunidad Valenciana prevén pérdidas millonarias por el temporal y piden la declaración de zona catastrófica

Efectos de la DANA en la Comunidad Valenciana. Europa Press

Organizaciones agrarias de la Comunidad Valenciana han mostrado sus condolencias y solidaridad con los afectados por la DANA y las familias de las víctimas, al tiempo que han advertido que las pérdidas causadas se prevén «desorbitadas» en los cultivos. Ante ello, han pedido medidas de apoyo y la declaración de zona catastrófica.

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha señalado que el sector agrario sufre «pérdidas catastróficas de consecuencias incalculables» por las lluvias torrenciales, el pedrisco y el viento.

«Aún es pronto para evaluar la superficie afectada y el impacto económico en la agricultura y la ganadería, pero AVA-ASAJA ya avanza que miles de hectáreas de cítricos, caquis, hortalizas, viñas y otros cultivos van a perder la cosecha de la presente campaña e, incluso, van a sufrir problemas irreparables por exceso de humedad que acabarán con la muerte de las plantaciones», ha advertido en un comunicado.

En cuanto a la ganadería, ha explicado que no se descarta «problemas serios» para alimentar y dar de beber a los animales e, incluso, «la muerte de ganado en cuyo caso sería necesaria una retirada inmediata de cadáveres para minimizar un posible problema de salud pública».

Las comarcas más castigadas son La Ribera Alta y Baixa, L’Horta, la Hoya de Buñol, Utiel-Requena, Camp de Túria y Los Serranos, donde se registraron históricas acumulaciones de agua por intensas precipitaciones y el desbordamiento de barrancos y ríos. En las comarcas del interior, la fuerza del agua ha arrancado miles de vides y otros cultivos

La organización ha señalado que se han inundado «cientos de explotaciones de cítricos, caquis u hortalizas, que si se mantienen anegadas durante un número excesivo de horas podría provocar la muerte del arbolado». Además, se perderá la cosecha de mandarinas, naranjas y caquis (que se encontraban en plena recolección) de los campos más perjudicados, reduciendo «en un buen porcentaje» la producción de esta campaña.

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