EH Bildu considera que las detenciones practicadas por la Guardia Civil son «un paso atrás» en el camino hacia la convivencia democrática y suponen una vulneración de los derechos políticos y sociales.
La Guardia Civil detenía este martes al expreso de ETA José Antonio López Ruiz, Kubati, y las dirigentes de Sortu Ohiana Garmendia, Miren Zabaleta y Olaitz Dañobeitia acusados de enaltecimiento del terrorismo por participar en los homenajes a la histórica etarra Belén González Peñalva, fallecida en noviembre. Los cuatro han sido puestos en libertad a primera hora de la tarde.
Ante estas detenciones, EH Bildu de Navarra ha difundido un tuit en el que sostiene que el «Estado español vuelve a dar la espalda al deseo mayoritario de la sociedad por avanzar en la convivencia democrática» y cita a las detenciones como un «paso atrás en ese camino».
La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Marian Beitialarrangoitia, ha afirmado sin reparos que las detenciones de los cuatro dirigentes de Sortu son un «paso atrás en la construcción de la convivencia» y un ejemplo de la «persecución política» del gobierno de Madrid.
Beitialarrangoitia ha censurado los arrestos y la utilización -a su juicio- «desmedida» de la figura del enaltecimiento del terrorismo y del Código Penal para «perseguir y criminalizar» la «disidencia política» y para «impedir la normalización».
Las víctimas alaban los arrestos
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha señalado que «ya era hora de que alguna institución se decidiera» a aplicar la ley y ha considerado que la detención de cuatro dirigentes de Sortu por participar en el homenaje a una etarra «deja en evidencia» a la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Covite ha anunciado que en los próximos días interpondrá una nueva denuncia por los homenajes celebrados este lunes en Durango y Ondarroa en honor del etarra Zunbeltz Larrea, que salió de prisión tras cumplir 15 años de condena por colaboración con ETA y depósito de explosivos.
Covite ha «alabado» la operación de la Guardia Civil y ha subrayado que «ya era hora» de que una institución actúe «contra quienes organizan, participan y promueven un delito tan grave como el enaltecimiento del terrorismo y la humillación a las víctimas».
El colectivo de víctimas había denunciado el homenaje a González Peñalba ante la Audiencia Nacional, pero la Fiscalía archivó la denuncia «argumentando que no se trataba de un homenaje, a pesar de que los organizadores utilizaban ese término para solicitar permiso para la celebración del acto».
La Fiscalía -añade Covite- señaló que «no se cumplía la intención de ensalzar a la terrorista, pese a los bailes de honor y los discursos alabadores dedicados a la etarra» y aseguraba «que se trataba de un acto para reivindicar el acercamiento de los presos enfermos, obviando que (González Peñalba) llevaba ocho años cumpliendo condena en su casa por enfermedad».
A juicio de Covite, la Fiscalía «volvió a negar los hechos denunciados, incumpliendo las responsabilidades inherentes a su cargo, incluido el amparo de las víctimas cuando se les está humillando».
Por ello, el colectivo que preside Consuelo Ordóñez considera que la operación de la Guardia Civil «deja en evidencia el trabajo de la Fiscalía», a la que exige que «cumpla la ley» y «deje de dar cobertura» a los homenajes a etarras «orgullosos de su pasado».
«Las víctimas y toda la sociedad no pueden seguir indefensas ante esta humillación por la obstaculización de la Fiscalía», remarca.
Covite ha advertido que seguirá denunciando actos en honor a etarras porque no está en juego «únicamente que el enaltecimiento del terrorismo y la humillación a las víctimas campen a sus anchas» en la calles del País Vasco «sino que las nuevas generaciones asimilen» que los homenajeados «son héroes y modelos para imitar» con el riesgo de que el terrorismo «vuelva a repetirse».
