«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Almería sufre averías, cortes eléctricos, falta de mantenimiento y retrasos

Peligra el suministro hídrico por el apagón de las desaladoras en Almería mientras el Gobierno financia con 340 millones una en Marruecos

Imagen de archivo de una desaladora. Redes sociales

Mientras las desaladoras de Almería sufren apagones que ponen en riesgo el suministro hídrico de algunas zonas, el Gobierno de Sánchez ha regado con 340 millones de euros a Marruecos para financiar la construcción de una macroplanta desaladora en Casablanca, considerada la mayor de toda África. La paradoja no pasa desapercibida en la provincia más árida de España, donde regantes y vecinos llevan años mirando al cielo con la esperanza de que caigan unas gotas que alivien la sequía estructural que sufre el sureste peninsular.

Almería, con los embalses más vacíos del país y un clima que combina pocas lluvias con muchas horas de sol, apostó hace años por las desaladoras como vía de supervivencia. Estas infraestructuras, diseñadas para transformar agua de mar en agua apta para el consumo humano y el riego agrícola, se convirtieron en la tabla de salvación para una tierra que produce alimentos durante todo el año y que depende de cada gota como si fuera oro.

Sin embargo, lo que sobre el papel parecía una solución definitiva ha terminado siendo una fuente constante de incertidumbre. Averías, cortes eléctricos, falta de mantenimiento y retrasos en las ampliaciones están minando la capacidad operativa de estas instalaciones en momentos clave. El resultado es una amenaza constante sobre el abastecimiento de agua en una región crucial para el sector agroalimentario español.

Y mientras en casa escasea el agua, el Ejecutivo central ha comprometido una millonaria inversión pública en el extranjero. Los 340 millones canalizados hacia Marruecos forman parte de un proyecto estratégico para construir una planta desaladora colosal en el sur de Casablanca, con capacidad para producir 838.000 metros cúbicos diarios —unos 300 millones al año—. La obra, ejecutada por un consorcio internacional liderado por la empresa española Acciona, pretende garantizar el suministro hídrico a más de siete millones de personas.

El proyecto marroquí, que cuenta con la bendición institucional del reino alauí —incluida la colocación simbólica de la primera piedra por parte del príncipe heredero Mulay Hassan en junio de 2024—, ya ha alcanzado un 20% de ejecución. La primera fase, que producirá 548.000 m³ diarios, estará lista en febrero de 2027. La segunda, con 274.000 m³ adicionales, se entregará en agosto de 2028.

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