El ex asesor parlamentario y líder del dimitido grupo Beni Ansar, Yahya Yahya, está impulsando la creación de un marco civil que defienda la integridad territorial de Marruecos. Según declaraciones de Yahya al medio marroquí Ariffino, su plan incluye preparativos para retomar la isla de Perejil, también conocida como isla Leila, en manos de España, coincidiendo con las celebraciones de la Marcha Verde y el Día de la Independencia, dos fechas simbólicas para la unidad marroquí.
Yahya ha explicado que ha realizado diversas reuniones de consulta con el fin de promover una iniciativa civil en defensa de los intereses territoriales de Marruecos, según adelanta La Razón. Su objetivo, según sus palabras, es establecer una plataforma de sociedad civil que actúe como una fuerza paralela y complementaria a la diplomacia oficial, utilizando la presión social para reforzar los intereses nacionales.
En esta misma línea, Rashid Ahsayen, miembro del comité que prepara esta iniciativa, subrayó la necesidad de movilizar a la población para coordinar los esfuerzos con otras fuerzas nacionales, destacando que «es el momento de que todos actúen y apoyen la estrategia del Estado en su relación con sus vecinos y en la defensa de la soberanía territorial». Ahsayen afirmó que esta medida busca ser una fuerza de apoyo en la defensa de los intereses de Marruecos y su integridad territorial.
La isla de Perejil fue ocupada por tropas marroquíes en julio de 2002, lo que dio lugar a un enfrentamiento diplomático y militar con España. El 11 de julio de ese año, marinos marroquíes desembarcaron en el islote, izando dos banderas de Marruecos. Cuando una patrullera de la Guardia Civil intentó investigar, se generó una breve confrontación en la que los marroquíes, apuntando con sus rifles, exigieron a los agentes españoles que se retiraran, lo que estos hicieron ante la disparidad de armamento.
Rabat justificó la ocupación bajo la premisa de que era una operación antidroga, argumentando que Perejil había sido un refugio para contrabandistas y piratas en el pasado. Desde entonces, Marruecos ha mantenido su postura de que la isla forma parte de su territorio y no tiene intención de abandonarla.