Carles Puigdemont está haciendo las maletas y empaquetando Waterloo. Así lo han hecho saber fuentes de Junts, que confían en la vuelta del prófugo de la Justicia a España antes de lo esperado. Aunque el camino de la amnistía es incierto y con total seguridad se alargará, en el partido separatista se muestran esperanzados en la vuelta de su líder.
Las relaciones con Ferraz no son fáciles. En Junts aseguran que la relación goza de una «mala salud de hierro», pero los tiempos del calendario son una prioridad para Puigdemont, que ya está ultimando su vuelta a España en cuanto la ley sea aprobada y el BOE recoja la amnistía. Aunque todo son incógnitas, los mejores auspicios indican que la vuelta no será hasta abril o mayo.
Fuentes jurídicas explican que «no se puede detener a alguien por un hecho amnistiado», por lo que la publicación de la amnistía en el BOE permitirá el regreso de Puigdemont. Además, a través de las enmiendas a la ley, redactadas ad hominem para librar al expresidente catalán de cualquier fleco delictivo, Puigdemont también podrá moverse libremente por Europa.
La ley también plantea la libertad de Puigdemont frente a un posible recurso de inconstitucionalidad. Es seguro que VOX promoverá el recurso y también se espera que el PP apele al Tribunal Constitucional para parar el pacto entre el Gobierno de Sánchez y los separatistas. En la versión original de la ley de amnistía, sin embargo, se garantiza la libertad de los amnistiados pese a que el TC admita algún recurso.
Mientras en España se sigue debatiendo sobre la amnistía, la intención de Puigdemont es repetir como cabeza de lista de Junts al Parlamento Europeo. Precisamente desde Bruselas el fugado ha desarrollado una intensa agenda en promover el procés internacionalmente, así como promover el uso del catalán en las instituciones europeas y, de paso, seguir engrosando su patrimonio con el sueldo de eurodiputado.