El presidente Luis Inacio ‘Lula’ da Silva visita España a partir de este martes con el objetivo de relanzar a Brasil en el plano internacional en una gira por Europa que comenzó hace unos días en Portugal. Esa es la versión oficial respaldada por el Gobierno de Pedro Sánchez, que asegura que este encuentro afianzará la relación entre ambas naciones.

Sin embargo, la visita de Lula al país forma parte de la estrategia del Foro de Sao Paulo y del Grupo de Puebla para impulsar una nueva narrativa sobre los acontecimientos políticos más recientes.

En este encuentro con Sánchez y aprovechando la mayoría circunstancial que actualmente tiene el «progresismo» en Iberoamérica —en la región hay diez presidentes izquierdistas en ejercicio— Lula da Silva pretende hacer de portavoz de los asuntos iberoamericanos ante Estados Unidos y Europa. Entre los argumentos defendidos por el reelegido presidente, que previsiblemente mantendrá en esta gira europea, destacan los siguientes:

• Culpar a Estados Unidos de la invasión rusa de Ucrania por haber impulsado la «expansión desmedida» de la OTAN y acorralar así a Putin, obligándolo a reaccionar.

• Insistir en que la paz entre ambas naciones pasa por una negociación en la que Ucrania acceda a entregar parte de su territorio a Rusia.

• El fin del modelo capitalista en Iberoamérica que, para Lula, es la principal causa de la pobreza y de la violencia en la región.
• Promover la negociación con los grupos narcoterroristas, así como la legalización de las drogas y el indulto para los jefes de los cárteles para que, así, abandonen la violencia.
• El levantamiento de las sanciones al régimen de Maduro en Venezuela que, según el líder brasileño, son la causa de la crisis humanitaria que sufre el país. Y la celebración de unas elecciones en las que pueda participar Nicolás Maduro, pese a las acusaciones en su contra por delitos de lesa humanidad y pese a ser el principal aliado de Putin en Iberoamérica.
• La promoción de la «ideología progresista«. Es decir, a favor del aborto, del indigenismo, de la ideología de género y de la Agenda 2030.
• Negar que existan presos políticos en Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela así como los injustos encarcelamientos del obispo de Matagalpa por el régimen de Daniel Ortega, la encarcelación de la expresidente boliviana Jeanine Áñez o del gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho.

La visita de Lula da Silva a España se produce justo después del viaje del brasileño a China, donde expresó su voluntad de establecer relaciones más estrechas con Xi Jinping y, después de que varios países iberoamericanos se hayan aliado con el gigante comunista y hayan roto relaciones con Taiwán. Unos planteamientos que son respaldados por Moscú.

El líder brasileño busca así promocionar en Europa los intereses del Foro de Sao Pualo y del Grupo de Puebla, allanar el terreno para el narcotráfico, y aupar a Rusia y China como los socios prioritarios de Iberoamérica.