Un obrero de la agricultura declarado en abril de 2012 en situación de incapacidad absoluta por la parálisis parcial que sufrió está apto para volver a trabajar, después de que su situación haya mejorado y ya acepte que sus familiares «le lleven la contraria», según una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJRM).
El auto de la Sala de lo Social del TSJRM señala que sus patologías han evolucionado en sentido positivo y no está incapacitado para toda clase de trabajo, ya que puede afrontar aquellos que no le exijan grandes esfuerzos.
La sentencia, desestima así el recurso que este trabajador presentó contra la resolución del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) que, en un expediente de revisión de oficio, rebajó la incapacidad absoluta a incapacidad permanente total.
Los hechos probados de la sentencia señalan que la situación de incapacidad absoluta fue declarada, porque, como consecuencia de un accidente cardiovascular isquémico en una arteria, padeció una hemiparesia leve de los miembros izquierdos.
Además, esa situación le produjo, entre otras patologías, una cefalea severa, depresión y un trastorno severo de comportamiento, hasta el punto de que no podía tolerar las frustraciones y tenía un estado de agresividad que se manifestaba ante la más mínima contradicción de sus familiares.
La sentencia de la Sala señala que los informes médicos que llevaron al INSS al cambio de incapacidad acreditan que su situación ha mejorado, ya que, aunque se mantienen determinadas consecuencias de la parálisis parcial que padeció, no se observa en él una sintomatología afectiva mayor ni signos de inestabilidad.
En consecuencia, concluye el TSJRM, no se ha probado, en contra de lo sostenido por el reclamante, que esté incapacitado para poder desarrollar toda clase de trabajo.