«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
el convoy se encuentra varado desde el 19 de octubre

Renfe contrata a una empresa privada para la retirada del tren de Chamartín ante la falta de recursos propios

Estación de tren de Atocha, Madrid. Carlos Luján

Tras más de un mes desde el accidente ferroviario en el túnel que conecta las estaciones de Atocha y Chamartín en Madrid, Renfe ha decidido tomar medidas definitivas. La empresa ha aprobado la contratación de una compañía privada para completar la retirada del tren varado bajo el Jardín Botánico, muy próximo al parque de El Retiro.

El descarrilamiento del pasado 19 de octubre, provocado por un fallo durante el remolque de un tren averiado, dejó al convoy atrapado en un punto estratégico de la red ferroviaria madrileña. La ubicación exacta, a varios kilómetros de Chamartín y más cerca de Atocha, en un túnel con accesos limitados, ha dificultado los trabajos de extracción.

Fuentes cercanas al operador público han admitido a Vozpópuli que los recursos propios de Renfe y Adif han resultado insuficientes para resolver la situación. Incluso los equipos encargados han detenido sus labores debido a las complicaciones. Hace unos días, el presidente de Renfe, Raül Blanco, declaró que se trabajaba de noche para minimizar las interrupciones al tráfico ferroviario, pero el panorama ha cambiado.

La nueva estrategia incluye el posible despiece del tren averiado, transportando los restos mediante remolques similares a los utilizados en minería para extraerlos a través de las vías. Esta opción parece ganar fuerza ante la magnitud del problema.

El accidente, además, tuvo un gran impacto en los servicios ferroviarios de la capital, ya que el túnel accidentado conecta dos de las estaciones más transitadas del país. Según Óscar Gómez Barbero, director general de Negocios y Operaciones de Renfe, el incidente afectó inicialmente a 3.200 usuarios el día del descarrilamiento, cifra que ascendió a 13.700 al día siguiente. Muchos trenes vieron cancelados sus trayectos, mientras que otros debieron interrumpir su recorrido en Atocha en lugar de llegar a Chamartín.

Ante la paralización de las tareas de extracción, el consejo de administración de Renfe ha dado luz verde para que una empresa privada apoye en las labores de rescate. Este refuerzo buscará superar los desafíos técnicos y devolver la normalidad a uno de los tramos más importantes de la red ferroviaria madrileña.

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