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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La expulsión de Rufián, nota de color de la sesión de control al Gobierno

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, se han visto las caras por primera vez en la sesión de control en el Congreso tras la ruptura del pacto entre el PP y el PSOE para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y un día antes de la votación en la Cámara Baja.

Aunque la renuncia del juez Manuel Marchena a presidir el CGPJ y la ruptura de ese acuerdo para la renovación del Poder Judicial no aparecía en el orden del día, se ha convertido en protagonista de la sesión desde la primera pregunta:

Así, Pedro Sánchez ha replicado a Pablo Casado que «la deriva del PP no puede implicar la de las instituciones» y le ha pedido una reflexión para que cumpla el pacto alcanzado con el PSOE y permita renovar el Consejo General del Poder Judidial (CGPJ). «A su lado Rajoy es un moderado», le ha espetado Sánchez a Casado a quien ha recriminado que para tapar sus vergüenzas y no asumir su responsabilidad haya roto las negociaciones sobre el CGPJ. El líder del PP ha contestado culpando a Sánchez de frustrar la renovación por filtrar el nombre del presidente del Poder Judicial antes de elegir a los vocales.

En una ajetreada sesión, la cuestión de la renovación judicial ha planeado sobre casi todas las preguntas, con alusiones constantes al mensaje que el senador Ignacio Cosidó envió explicando las virtudes del pacto judicial alcanzado con los socialistas.

Rufián, expulsado

Pero la nota de color de la jornada ha sido, sin duda, la expulsión del hemiciclo de Gabriel Rufián, representante de ERC, por increpar al ministro Borrell durante el turno de palabra del titular de Exteriores. Además, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha pedido retirar del diario de sesiones lo que ha considerado como insultos – «fascista y golpista»- y ha subrayado que dentro de cien años ese diario lo leerá gente que buscará en él un reflejo de lo que debería ser la mejor época de España.

Marchena pone fin al ‘pacto de la vergüenza’ y rechaza presidir el CGPJ

Más allá de esa polémica, Casado planteará a Sánchez una pregunta sobre la gestión del PSOE en Andalucía en plena campaña electoral para los comicios autonómicos del próximo 2 de diciembre.

El líder del PP preguntará al jefe del Ejecutivo cómo valora «el estado en el que el PSOE ha dejado a Andalucía después de 40 años de Gobierno» a algo más de una semana de celebración de las elecciones andaluzas.

Entretanto, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, pedirá explicaciones al presidente sobre cuáles son los planes del Gobierno para Bankia.

Desde el PDeCAT, su portavoz, Carles Campuzano, instará al presidente a aclarar las principales medidas que piensa adoptar el Ejecutivo para garantizar una estrategia de transición del sector del automóvil y de la movilidad, de manera que sea «motor de actividad para la industria, el empleo y la sostenibilidad».

Por su parte, la portavoz del PP, Dolors Montserrat, volverá a dirigir su pregunta semanal a la vicepresidenta del Ejecutivo, Carmen Calvo, en esta ocasión para saber si «defiende el Gobierno adecuadamente las valores constitucionales».

Calvo tendrá que responder también a una pregunta del portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, sobre si considera que la coordinación interna del Gobierno repercute «de manera positiva» en la situación política de España.

Además de Sánchez y Calvo, el protagonismo en la sesión de control corresponderá a la ministra de Justicia, Dolores Delgado, para la que el PP pedirá la reprobación, a través de una moción que se debatirá al final del pleno.

Los populares argumentan que Delgado no responde a la «ejemplaridad» exigible a su cargo y «miente continuamente», algo que han repetido en las reiteradas peticiones de dimisión que han planteado, entre otras cuestiones, por el audio grabado en una comida en 2009 con el excomisario José Villarejo.

El pasado 25 de septiembre, Delgado fue reprobada en el Senado a instancias del PP, que hizo valer su mayoría absoluta en esta Cámara, junto con el apoyo de Ciudadanos y Foro Asturias

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