El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha buscado posicionarse como un interlocutor clave que «va a contribuir constructivamente» en las relaciones entre la Unión Europea y China. En este contexto, durante una rueda de prensa tras el Consejo Europeo, ha anunciado un nuevo viaje a China, convirtiéndose en el único mandatario europeo recibido con tanta frecuencia por Xi Jinping.
Sánchez ha querido consolidar la posición de España respecto a China en el 20º aniversario de la Asociación Estratégica entre ambos países, una alianza impulsada por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Asimismo, ha programado un viaje de Estado de los Reyes a Pekín para la segunda semana de noviembre de este año, argumentando que «es relevante que Europa construya relaciones con otros países. El mundo es muy grande, y siempre hemos defendido que Europa debe aliarse con otras potencias y bloques regionales».
No obstante, el Libro Blanco de la Defensa de la Unión Europea reconoce a China como un «socio comercial clave», pero también advierte sobre los riesgos de su creciente influencia económica en Europa. Esto ha reflejado en la complejidad de las relaciones entre la UE y China, donde se busca un equilibrio entre cooperación y precaución. Además, el documento señala como un factor de riesgo «la falta de transparencia sobre el crecimiento militar de China», lo que dificulta la firma de contratos estratégicos con cualquier Estado miembro.