Pasadas las once de la noche, en plena madrugada, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, convocó con carácter urgente a su núcleo más próximo. Una reunión inusual, tanto por la hora como por la rapidez con la que fue organizada, reservada normalmente para situaciones de máxima gravedad política o institucional.
Las últimas informaciones publicadas por La Ser y eldiario.es, se ha confirmado la existencia de un informe de la UCO que incluye grabaciones de conversaciones entre Koldo García, el exministro socialista José Luis Ábalos y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, en las que se escucha supuestamente cómo hablan de amaños en la adjudicación de obras públicas y de la supuesta deuda que mantenían con ellos algunas de las empresas que habían sido beneficiadas.
Durante el encuentro, Sánchez ha pedido a los suyos «unidad en el mensaje»y ha recriminado a la dirección de comunicación del PSOE el haber emitido una nota respaldando a Cerdán apenas unos minutos después de conocerse las nuevas informaciones, sin haber consensuado la respuesta. Y es que los mensajes emitidos desde Ferraz y desde Moncloa eran significativamente distintos.
Mientras el partido negaba de forma tajante cualquier implicación de Cerdán en posibles amaños de contratos públicos o cobro de comisiones, desde el Gobierno han adoptado un tono mucho más prudente, afirmando que esperaban conocer el contenido completo del informe antes de pronunciarse. Este segundo mensaje sólo fue compartido con un reducido grupo de periodistas de confianza.
