El Ministerio de Sanidad enfrenta todavía el reto de recuperar más de 5,5 millones de euros que se perdieron durante la pandemia en contratos de emergencia destinados a la adquisición de mascarillas. Estas licitaciones, realizadas de manera directa en un mercado internacional caótico y tensionado, fueron adjudicadas bajo la dirección de Salvador Illa y son ahora objeto de reclamación por parte del equipo liderado por Mónica García, quien ha interpuesto cinco demandas formales para intentar recuperar los fondos públicos.
El Tribunal de Cuentas, que ha revisado contratos públicos por valor de más de 525 millones de euros relacionados con estas adquisiciones, señala que algunas compras se pagaron por adelantado pero nunca llegaron a materializarse. Además, hubo retrasos, ampliaciones de plazos y material que no cumplía con los estándares de calidad, sin que se exigiera reposición en ciertos casos. El organismo también detectó irregularidades en la ejecución de los mayores contratos del Ministerio de Sanidad, como resoluciones y demoras prolongadas.
Entre las observaciones del Tribunal, destaca la alta concentración de contratos en pocas empresas. Por ejemplo, una sola compañía recibió cuatro contratos para suministrar mascarillas quirúrgicas por un valor conjunto de 217 millones de euros. Además, una empresa vinculada al INGESA acumuló cinco contratos por un importe total de 187 millones.
Según el informe del Tribunal, las pérdidas por contratos fallidos ascenderían a más de 33 millones de euros. Por su parte, el Ministerio de Sanidad reconoce haber recuperado hasta ahora 3,7 millones, pero aún queda pendiente la devolución de más de 5,5 millones.
En marzo de 2020, el Ministerio de Sanidad desembolsó más de 434 millones de euros en compras relacionadas con la pandemia, mientras que los contratos gestionados por el INGESA alcanzaron casi 489 millones durante el periodo revisado.