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Portugal aún permite la fabricación de estos botes

Talleres clandestinos en Galicia fabrican las lanchas ilegales de los narcoterroristas

Narcolancha ilegal sobre una embarcación de la Guardia Civil. Twitter.

Tras el asesinato de Miguel Ángel González y David Pérez, agentes de la Guardia Civil arrollados por una narcolancha la madrugada del sábado en Barbate, Cádiz, se ha reavivado una cuestión en la lucha frente a estas redes de tráfico de drogas. ¿De dónde salen estas embarcaciones ilegales? Aunque su prohibición data de 2018, lo cierto es que todos los indicios apuntan a Galicia como principal proveedora de estas barcas, tal y como publica la periodista Raquel Tejero en El Debate.

Las narcolanchas no son embarcaciones al uso. No sólo por la función que cumplen, sino por las características técnicas que las diferencias de los precarios botes que utiliza la Guardia Civil. Tanto su potencia —con numerosos motores—, su larga envergadura, como su peso y su adaptación al oleaje hacen de estas lanchas unos aparatos muy superiores a las Zodiacs de la Benemérita. Desde 2018 son ilegales, pero en España se siguen fabricando.

Destinadas únicamente a las redes de narcoterrorismo que asolan la Península, tanto en el norte como en el sur, su fabricación clandestina ha puesto en jaque a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que ya miran hacia Galicia como principal fábrica de estas embarcaciones. Precisamente en 2022 se produjo una macrooperación de vigilancia que incluyó decenas de fábricas fronterizas tanto en Galicia como en Portugal.

La colaboración de Vigilancia Aduanera, Policía Nacional y Guardia Civil hizo que los 27 registros incautaran 20 narcolanchas, en unas naves que aparecieron repletas de materiales como plásticos y motores para la fabricación ilegal de estos botes. Aquella operación conjunta, de hecho, dejó más de una veintena de detenidos en la comarca de Salnés, Pontevedra, entre los que se encontraron numerosos reincidentes.

Al otro lado de la frontera, en Valença, los agentes encontraron embarcaciones preparadas como narcolanchas, ya fabricadas y preparadas para enviarlas al norte de la Península. Un mercado ilegal muy lucrativo, dado que Portugal aún permite la fabricación de estos botes. Con la producción lusa y la experiencia gallega, los narcoterroristas del sur han heredado una sabiduría del crimen. Fuentes apuntan que «los gallegos han enseñado a los andaluces a pilotarlas. Cuando esto empezó, los patrones allí eran gallegos», según la misma información.

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