Esta próxima semana, ha avanzado, iniciará una ronda de reuniones en el Palau de la Generalitat con los grupos de la oposición, comenzando por la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha explicado que se ha intercambiado «mensajes» con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con quien, según ha dicho, ha quedado ya para verse y hablar «lo más pronto posible» y de quien no espera «gestos, sino soluciones».
En una entrevista en TV3, Torra se ha preguntado qué proyecto tiene Sánchez para Cataluña: «Necesito saber qué quieren. Necesito saber qué presidente encontraré, el que votó el 155 o el que abrió algunas puertas en su discurso de investidura», ha dicho.
Torra ha asegurado que asumirá «todos los riesgos que haga falta» e incluso los «insultos» que vertió contra su persona el propio Sánchez «para que este debate sea posible» y para que haya «diálogo y negociación».
Cuando tenga su encuentro con Sánchez, Torra le planteará tres cosas: cuál es su posición sobre «el respeto a las libertades y los derechos civiles» en Cataluña, qué piensa del «derecho de autodeterminación del pueblo de Cataluña» y le pedirá que el PSOE «no ponga ningún problema» a la «restitución de las leyes sociales» del Parlament que el Tribunal Constitucional dejó en suspenso.
Teniendo en cuenta la actual situación de «anormalidad», ha subrayado, los catalanes «no pueden aceptar un gesto», sino que esperan «soluciones».
Torra ha celebrado que el Círculo de Economía haya planteado una «propuesta valiente», que pasa por reforzar la vía estatutaria, y se ha mostrado abierto a «debatir» todas las ideas que se formulen, aunque ha dejado claro que su apuesta sigue siendo la independencia.
Después de que el pasado miércoles anunciara que presentará una «querella por difamación» contra el exlíder socialista Alfonso Guerra por haberle llamado «nazi», hoy ha amenazado con presentar «una querella detrás de otra» porque está «harto de estos insultos».
«Para un catalán demócrata, llamarle nazi es lo peor que se puede hacer», ha afirmado Torra, que ha recordado a los miles de catalanes que tuvieron que exiliarse a raíz de la Guerra Civil, por lo que ha explicado que regalará a Guerra el libro de Montserrat Roig «Los catalanes en los campos nazis» para que «no insulte nunca más a un catalán llamándolo nazi».
Por otra parte, ha asegurado que el Govern volverá a «poner en marcha las delegaciones» de la Generalitat en el extranjero, tan «rápido» como sea capaz de impulsarlo el conseller de Acción Exterior, Ernest Maragall.
Además, el Govern «luchará por la restitución del Diplocat», el organismo de diplomacia impulsado por la Generalitat y que quedó disuelto con la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Esta próxima semana, ha avanzado, iniciará una ronda de reuniones en el Palau de la Generalitat con los grupos de la oposición, comenzando por la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas.
También ha indicado que piensa contar con la CUP a lo largo de la legislatura, porque considera que «siempre ha formado parte de la solución», y ha comentado que uno de sus hijos vota a los anticapitalistas y una de sus hijas forma parte de un CDR (los grupos denominados Comités de Defensa de la República).
Torra ha garantizado que el Govern seguirá «avanzando» en su «objetivo» de «constituir Cataluña en un Estado independiente en forma de república»: «No nos hemos de despistar», ha remarcado.