Un joven de 20 años y origen magrebí fue sorprendido ayer viernes mientras sustraía un iPhone de una furgoneta de una empresa de construcción en el casco antiguo de Pamplona. El incidente, que podría haber escalado en violencia, fue contenido gracias a la intervención de dos mujeres y un hombre que se encontraban en la zona.
Según relatan testigos presenciales, el joven inmigrante accedió al vehículo, que estaba estacionado en una vía del casco antiguo, y tomó el móvil. Uno de los trabajadores de la empresa lo sorprendió en el acto, y junto a otros dos compañeros, logró alcanzarlo tras una breve persecución.
El joven fue derribado y reducido al suelo, momento en el que, según algunos presentes, fue golpeado por los operarios. El chico terminó con el labio partido y descalzo, sin sus zapatillas. Sin embargo, la empresa de los trabajadores aseguró que estos sólo lo inmovilizaron para evitar que escapara y que, además, fueron ellos quienes llamaron a la Policía Municipal para informar del robo.
Una patrulla se desplazó al lugar de los hechos, donde identificó al joven como el autor del hurto. Los operarios no presentaron denuncia, y el móvil recuperado fue entregado a su propietario.
Gracias a la rápida acción de los transeúntes que intervinieron para detener la confrontación, el suceso no pasó a mayores. El incidente pone de relieve las tensiones en situaciones de robo, especialmente cuando los ciudadanos actúan para proteger sus pertenencias a manos de bandas de inmigrantes que cada vez conocen mejor la forma de sustraerlas.
