El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha admitido fallos en la política migratoria de Canadá y ha anunciado una drástica reducción en el número de inmigrantes para los próximos años. En un mensaje reciente, reconoció que el sistema ha explotado por «actores malintencionados», que han creado universidades ficticias y han llenado a los recién llegados de falsas promesas.
El cambio llega en un contexto de creciente descontento público y una caída en la popularidad de Trudeau, con críticas sobre la escasez de vivienda, la inflación y los numerosos problemas en los sistemas de salud y transporte. Ante esta situación, la oposición ha acusado al gobierno de no dar prioridad a los canadienses. «Hemos cometido errores y por eso estamos dando este giro significativo«, admitió Trudeau.
Entre las medidas anunciadas, el gobierno reducirá el número de inmigrantes permanentes a 395.000 en 2025, una disminución del 20% respecto al año anterior. Asimismo, se limitará la llegada de inmigrantes temporales, incluidos estudiantes internacionales y trabajadores extranjeros, a 446.000 en 2025 y 2026, en comparación con los 800.000 registrados este año. Estas reducciones buscan aliviar la presión sobre la infraestructura y el mercado inmobiliario del país.
El nuevo enfoque dará prioridad a residentes permanentes con experiencia en atención sanitaria y construcción, sectores clave para abordar problemas estructurales en Canadá. Según Trudeau, el objetivo es estabilizar el crecimiento demográfico mientras se hace frente a la escasez de viviendas y se mejora el costo de vida. «Nuestro plan es simple: reducir tanto la inmigración permanente como la temporal para estabilizar la situación«, afirmó.
Además, el gobierno ha eliminado el programa de visas de estudio de vía rápida (SDS), una medida que impactará especialmente a estudiantes internacionales de la India, que constituyen el grupo más grande en este segmento. Trudeau señaló que la política migratoria anterior descuidó los flujos temporales de inmigración, dejando espacio para abusos por parte de universidades falsas y grandes cadenas corporativas.
El ministro de Inmigración, Marc Miller, destacó que la reforma busca un equilibrio entre el crecimiento económico y las necesidades comunitarias. En palabras de Trudeau, el plan representa un esfuerzo para «evitar la explotación del sistema y atender las necesidades reales del país«, un mensaje que busca responder a las crecientes críticas hacia su gestión en un año previo a las elecciones generales.