«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Las pesquisas revelaron un porcentaje de voto por correo anormalmente elevado

Un afectado señala al PSOE por presunto fraude electoral ante los tribunales: «Esa firma no es mía, yo no voto nunca»

Voto por correo. Redes sociales

Un nuevo testimonio ha sacudido la investigación judicial sobre el presunto fraude del voto por correo en las elecciones municipales de 2019 por parte del PSOE en Albaida del Aljarafe (Sevilla). Un ciudadano, citado como testigo, ha declarado que nunca votó en dichos comicios y que la firma que aparece en una solicitud de voto postal a su nombre no es suya. «Yo no voto nunca», aseguró rotundamente ante la magistrada instructora, según ha avanzado The Objective.

Durante el interrogatorio, la juez le mostró un documento con su supuesta firma, correspondiente a una petición de voto por correo. El hombre negó de forma categórica que aquella rúbrica fuera auténtica, apuntando además que la caligrafía no se parecía a la suya. La instructora, tras comparar el escrito con la firma del Documento Nacional de Identidad (DNI) del testigo, constató importantes discrepancias.

Este relato se suma a una investigación en la que la Guardia Civil ha detectado graves anomalías en el uso del voto postal en aquel municipio sevillano. Las pesquisas revelaron un porcentaje de voto por correo anormalmente elevado, cercano al 15% del censo, muy por encima del 3,6% que era la media nacional en 2019. La causa judicial se abrió tras la denuncia del líder local de Izquierda Unida.

Fuentes judiciales han confirmado que la esposa del testigo también figura como solicitante de voto postal en aquella convocatoria electoral. Sin embargo, según declaró el ciudadano, su mujer tampoco participó en los comicios. «No vota tampoco. Vamos, que no votamos ninguno», insistió ante el tribunal. De hecho, aseguró que hasta su citación judicial desconocía que su identidad hubiese sido utilizada en el proceso electoral.

Según los informes de la Guardia Civil, la presunta trama habría operado de manera organizada. La concejal socialista A.C.L.C. habría seleccionado a quienes posteriormente serían contratados en el Ayuntamiento, mientras que B.D.A., esposo de la entonces teniente de alcalde, habría contactado telefónicamente con los vecinos para asegurar su participación en el fraude. Asimismo, un trabajador de Correos, identificado como A.G.D., habría facilitado la tramitación de la documentación electoral, evitando así que los votantes tuvieran que acudir personalmente a las oficinas postales.

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