El constructor valenciano José Ruz, dueño de Levantina Ingeniería y Construcción (LIC), logró recuperar cerca de cinco millones de euros de las autoridades argelinas poco después de acompañar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su visita oficial a Argel en octubre de 2020. Este empresario fue el único representante del sector fuera del Ibex 35 incluido en la exclusiva delegación empresarial que viajó al país magrebí, junto a directivos de Repsol, Naturgy, Abengoa y Técnicas Reunidas.
En 2019, la empresa enfrentaba graves tensiones de liquidez, con 14,37 millones de euros pendientes de cobro en Argelia y un resultado neto negativo de casi medio millón de euros. A esa presión se sumaban otros impagos en Panamá y Armenia, lo que llevó a la paralización de varios proyectos. Fue entonces cuando José Ruz acudió al Ministerio de Transportes, liderado por José Luis Ábalos, en busca de apoyo institucional.
Según la investigación judicial del caso Koldo, Ruz se reunió con el entonces asesor de Ábalos, Koldo García, quien le recomendó contactar con el empresario Víctor de Aldama, cercano a círculos políticos. Ambos pactaron que De Aldama recibiría una comisión del 20% si conseguía que el Gobierno argelino liberase los pagos bloqueados. La cifra de esa comisión rondaría el millón de euros, según reconoció De Aldama ante el Tribunal Supremo en febrero.
El respaldo político se materializó en noviembre de 2019, cuando Ábalos firmó una carta oficial dirigida a su homólogo argelino, enviada por su asesor Ricardo Mar a través de De Aldama. No obstante, el punto de inflexión llegó en 2020 que, tras la visita oficial del presidente Sánchez a Argelia, la deuda pendiente de LIC en el país africano se redujo drásticamente: de 14,37 millones a 9,53 millones de euros.