«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Está ligado a un enfrentamiento entre clanes rivales que luchan por el control del barrio

Un grupo de gitanos se enfrentan a tiros con tres pistolas y un arma larga en La Mina e hieren a una mujer por el rebote de una bala

Mossos d'Esquadra. Europa Press

Un intenso enfrentamiento armado sacudió anoche el barrio de La Mina, en San Adrián de Besós, dejando como saldo una mujer herida leve por el impacto de una bala perdida. El incidente, que involucró a varios grupos, principalmente gitanos, está siendo investigado por los Mossos d’Esquadra, quienes trabajan para esclarecer lo ocurrido en una zona conocida por su conflictividad.

El enfrentamiento comenzó sobre las diez de la noche en la calle Venus, en el corazón del barrio. Durante varios minutos, los implicados se persiguieron y dispararon por distintas calles, creando un clima de pánico entre los vecinos. Las primeras pesquisas indican que se usaron tres pistolas y un arma larga, con más de 150 disparos efectuados. Agentes especializados han encontrado numerosos casquillos y algunas balas sin detonar en el lugar.

Según las autoridades, este tipo de episodios violentos suelen estar ligados a conflictos entre clanes rivales que luchan por el control del barrio y sus negocios ilegales, como el tráfico de drogas. Las balaceras son, en su mayoría, demostraciones de poder destinadas a imponer su autoridad, más que intentos directos de causar daños graves. En esta ocasión, el único daño personal fue a una mujer que recibió un impacto indirecto mientras se encontraba en su domicilio. Afortunadamente, solo sufrió un hematoma y no requirió hospitalización.

Cuando los Mossos llegaron al lugar, los implicados ya habían huido, aunque pudieron identificar a varias personas que, por miedo o complicidad, evitaron dar información detallada. La colaboración de los vecinos en este tipo de casos es prácticamente inexistente, salvo en situaciones extremas de peligro para la vida. La Unidad de Investigación de la comisaría de Badalona está revisando imágenes de cámaras de seguridad para identificar a los responsables y proceder a las detenciones.

Este nuevo tiroteo es visto como una escalada en las tensiones entre los clanes del barrio, y pone de manifiesto la presión que sufren los residentes de La Mina, quienes conviven diariamente con la inseguridad y el miedo. Las autoridades tienen el desafío de restaurar el control en un territorio donde la ley del silencio prevalece sobre la justicia.

+ en
Fondo newsletter