«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Una veintena de jóvenes tendieron emboscadas a los agentes en varias calles

Un grupo de gitanos siembra el pánico en un barrio de Gerona con Barricadas, contenedores en llamas y piedras a los Mossos 

Mossos d'Esquadra. Redes sociales

Font de la Pólvora, uno de los barrios más conflictivos de Gerona, ha vuelto a ser testigo de una noche de incidentes causados por jóvenes de familias de etnia gitana que ejercen un férreo control sobre la zona. Durante la madrugada del domingo al lunes, grupos de alborotadores protagonizaron nuevos enfrentamientos con la policía, utilizando piedras, levantando barricadas y prendiendo fuego a contenedores para obstaculizar la intervención de los cuerpos de seguridad, según ha avanzado ElCaso.cat.

Los disturbios se concentraron en el núcleo del barrio, donde una veintena de jóvenes tendieron emboscadas a los agentes en varias calles, entre ellas Acàcia, Germans Lumière, Guadiana y Barranc. Las unidades policiales, en concreto cuatro furgonetas —dos del ARRO y dos de la Brigada Móvil—, tuvieron que maniobrar con rapidez para esquivar las embestidas de los violentos. Uno de los vehículos del ARRO sufrió daños materiales, con una de sus ventanas destrozadas por los proyectiles.

Este clima de tensión se produce a pesar del refuerzo policial acordado recientemente entre el Ayuntamiento de Gerona, encabezado por el alcalde Benet Salellas, y el Departamento de Interior, dirigido por la consellera Núria Parlon. Tras una reunión de emergencia celebrada la semana pasada, ambas instituciones pactaron una presencia continua de unidades antidisturbios en la Font de la Pólvora, con el objetivo de frenar los actos vandálicos y mejorar la seguridad en la zona.

Los altercados de esta noche no tienen un detonante claro, a diferencia del fin de semana anterior, cuando los enfrentamientos surgieron a raíz de varios desalojos forzosos. En aquella ocasión, incluso un agente resultó herido durante las operaciones policiales. Además, también se registró un intento de reocupación en una vivienda que había sido vaciada por orden judicial, lo que agravó aún más el conflicto con los vecinos.

Aunque en esta ocasión no se han reportado ataques contra edificios públicos o privados, como sí ocurrió días atrás con el centro cívico del barrio, la situación sigue siendo tensa. No se han contabilizado heridos entre los agentes desplegados, pero las autoridades aseguran que el despliegue especial de los Mossos d’Esquadra continuará mientras persista la amenaza de nuevos disturbios.

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