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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Un guardia, sobre la agresión de Alsasua: 'Tenían golpes por todos lados'

Agente de la Guardia Civil. EUROPA PRESS

El agente ha descrito lo que se encontró a su llegada al centro sanitario el mismo sábado 15 pasadas las cinco de la mañana.


El guardia civil que acudió al hospital a tomar declaración a los dos agentes de la Guardia Civil y sus parejas poco después de ser agredidos en Alsasua (Navarra) ha relatado cómo el teniente herido tenía «golpes por todos los lados» y cómo las cuatro víctimas le dijeron: «Han venido a por nosotros».
En la cuarta jornada del juicio contra ocho presuntos agresores de los guardias civiles en la madrugada del 15 de octubre de 2016 en un bar de la localidad navarra de Alsasua ha comenzado declarando un guardia civil de la Policía Judicial que acudió al hospital tras los hechos.
El agente ha descrito lo que se encontró a su llegada al centro sanitario el mismo sábado 15 pasadas las cinco de la mañana. «Estaban súper nerviosos, con un clima de tensión bastante alto», ha relatado sobre el sargento y las dos mujeres, a las que vio en primer lugar en el hospital y que le dijeron «claramente» que habían ido a por ellos.
Luego fue a ver al teniente, el que recibió las heridas más graves y que se quejaba de que «le dolía muchísimo el pie». «Tenía golpes por todos los lados y dijo lo mismo: han venido a por nosotros», al tiempo que identificó a Jokin Unamuno como uno de los agresores.
«Ha sido el tal Jokin que ha entrado directamente, sabemos quiénes son pero no sabemos cómo se llamaban excepto el tal Jokin», dijo el teniente al guardia, según el relato de éste.
Luego, el agente le enseñó fotos para que reconociera a los agresores y fue identificándolos uno a uno, ha dicho.
También ha declarado otra guardia civil, llamada en este caso por la defensa de los acusados, que elaboró los reconocimientos fotográficos del sargento y las dos mujeres agredidas.
A preguntas de los abogados de los encausados, ha indicado que se les enseñaron quince folios con fotografías que fueron elegidas por el servicio de información.
«¿Había interés policial en que se identificase a determinadas personas?», le ha preguntado uno de los letrados, a lo que ha respondido que no tiene «ningún interés policial» y ha defendido la manera en que se hicieron los reconocimientos, reportando solo las identificaciones positivas y no las negativas.

Testigo de la defensa

Otro de los testigos de la defensa, que se define como amigo de María José -la mujer del teniente agredido- y también como amigo de alguno de los acusados -Oihan Arnanz Ciordia y Jon Ander Cob Amilibia, por ejemplo-, ha relatado lo que vio aquella noche.
A preguntas de la acusación, el testigo, jugador del equipo de fútbol de Alsasua, que ha realizado homenajes a los presuntos agresores- ha señalado que se encontró con María José en el bar Koxka y que, cuando comenzó la pelea, se acercó a ella e intentó parar los golpes que estaba recibiendo.
El joven, que vive en Alsasua desde que hace 16 años llegara a España y que ha manifestado no entender el euskera, ha reconocido que los padres de uno de los acusados en prisión preventiva, Oihan, le pidieron que fuera a declarar y contar lo que vio.
¿Qué vio este testigo? Entre otras cosas, cómo tras la agresión el sargento agredido tenía la camiseta rota; cómo las personas congregadas -y algunas que pasaban de camino- en el Koxka pegaban patadas en el pecho y la espalda al teniente cuando éste estaba tendido en el suelo y cómo se intentó sacar del coche de la policía a uno de los detenidos tras la agresión. «La gente lo sacó del coche y la policía lo volvió a meter».
Preguntado por si el día después de la agresión escribió a la novia del teniente, a María José, ha respondido que sí, que le envió un mensaje de whatsapp preguntándole cómo estaba. «No recuerdo lo que me contestó», ha dicho el testigo que, sin embargo, poco después ha reconocido que sí puede ser cierto que le dijera que intentó separarla de allí y evitar le hicieran daño. Después ya no he hablado con María José desde hace año y medio».
¿Y dice que es su amigo?, pregunta el abogado. «Quizá ella ya piensa que no soy su amigo… no sé», contesta el testigo, corroborando así la afirmación de María José que ha asegurado que, después de aquel día, su vida en Alsasua llegó a convertirse en un infierno que le llevó, incluso, a pensar en el suicidio.
También ha declarado ser consciente de que el bar de los padres de María José está siendo sometido a ataques y que les han rallado el coche. «Me lo dijo su hermano», ha dicho el testigo que, sin embargo, no reconoce haber asegurado que todo lo que contó María José era cierto. «No he dicho eso, porque ella dijo que iban a por ellos, que estaba premeditado. Y eso no era cierto», ha manifestado. «Sí pienso que alguna gente iba a por ellos, pero han metido a gente que no tendría que estar aquí», ha dicho, para a continuación decir que a Oihan no lo vio «al principio».
A pesar de conocer a muchos de los acusados, ha afirmado no ser capaz de identificar a ninguno de los que estaban participando en la agresión a la Guardia Civil  – estábamos en actitud de fiesta, habíamos bebido y estaba oscuro», ha dicho- y ha recordado que él no quería ir a declarar.
Tras las preguntas de la acusación, la abogada de Jon Ander Cob le ha preguntado si se refería a su cliente cuando ha dicho que «hay gente que no tendría que estar ahí», y el testigo ha respondido que sí y que está «seguro» de que Cob no estaba en el Koxka esa noche, sino que llegó «de una de las calles donde hay otros bares, cuando estaban ya los forales».

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