Un robo, una persecución en pleno centro de San Sebastián y un ladrón de origen magrebí que acaba en el río. Así se puede resumir el insólito incidente ocurrido el pasado sábado por la mañana en el Mercado de San Martín, que involucró a varios ciudadanos.
Los hechos comenzaron sobre las 9.00 horas, cuando un vendedor de la ONCE dejó por unos instantes su mochila con ruedas en el suelo mientras abría su caseta, ubicada en la esquina de las calles Urbieta y San Marcial. En ese momento, un hombre de origen magrebí aprovechó el descuido para apoderarse de la mochila, que contenía algo de dinero, cupones y rascas por un valor estimado de 3.000 euros, y emprendió la huida.
Aunque el vendedor no se percató del robo, un trabajador del mercado fue testigo del hurto y no dudó en salir corriendo tras el ladrón, mientras gritaba «¡Policía, policía!» para alertar a otros ciudadanos. «Estaba fuera fumando cuando vi cómo cogía la mochila y echaba a correr. No lo pensé dos veces y fui tras él», explicó el empleado, quien además logró implicar a un amigo y a un conductor que detuvo su coche para unirse a la persecución.
La escena continuó por la Avenida de la Libertad y calles cercanas. En su intento por escapar, el ladrón decidió deshacerse de la mochila, que fue recogida por uno de los perseguidores y devuelta al vendedor de la ONCE. «Cuando la recuperé, el vendedor no paraba de darme las gracias», relató el trabajador.
Sin embargo, la huida del ladrón no terminó ahí. A pesar de arrojar el botín, continuó corriendo para evitar ser atrapado. En ese momento, dos agentes de Movilidad en bicicletas eléctricas se sumaron a la persecución. «Los vimos mientras corríamos y les avisamos. Ellos, al ir mucho más rápido, lograron alcanzarlo con mayor facilidad», comentó uno de los ciudadanos involucrados.
La escena culminó de manera inesperada cuando el ladrón acabó en el río tras ser acorralado, poniendo fin a una persecución digna de película. Gracias a la colaboración ciudadana y la rápida actuación de las autoridades, el botín fue recuperado y el sospechoso detenido, dejando una historia que los testigos difícilmente olvidarán.