Un marroquí condenado por robo con violencia en Ceuta será expulsado a Marruecos como alternativa al cumplimiento de una pena de tres años y seis meses de prisión, según dictaminó este lunes la Sala de lo Penal. La expulsión estará vigente durante los próximos cinco años, y en caso de regresar a España antes de que expire ese plazo, deberá cumplir íntegramente la condena impuesta.
El acusado, que había acudido al juicio esposado y escoltado por agentes de la Policía Nacional, reconoció los hechos y mostró su conformidad con la sentencia, lo que permitió que el proceso fuera rápido. La vista se celebró con la asistencia de un traductor oficial de árabe, debido a que el condenado no habla español. Tras las gestiones judiciales pertinentes, quedó en libertad bajo la condición de abandonar el país y no regresar en el periodo estipulado.
El intento de robo ocurrió a principios de noviembre de 2024 en la ciudad autónoma, cuando el hombre trató de sustraer el teléfono móvil de la víctima empleando violencia e intimidación. Durante el altercado, también causó daños en el dispositivo y lesiones leves al denunciante. Por estos hechos, además de la expulsión, se le ha impuesto una orden de alejamiento y comunicación de tres años respecto a la víctima, así como el pago de una multa de 10 euros diarios durante un mes y una indemnización por los daños ocasionados.
La sentencia señala que la temporalidad del delito es clave, ya que el acusado contaba con una condena previa de 18 meses de prisión por otro robo, dictada solo unos días antes del nuevo incidente. En aquel caso, la pena fue suspendida bajo la condición de no reincidir en un plazo de dos años, lo que finalmente incumplió.
Esta decisión judicial busca, según fuentes del caso, garantizar tanto el cumplimiento de la condena como evitar futuras reincidencias. La expulsión es una medida cada vez más utilizada en casos similares, especialmente cuando los condenados son extranjeros en situación irregular.