«Me gustaría repetir. Es verdad que por cuestiones políticas hay una rotación grande de ministros de Cultura pero creo que merece la pena tener periodos largos que te permitan desarrollar una política y ver sus frutos. A mí me encantaría», aseguró Miquel Iceta poco antes de las elecciones. Su deseo no se ha hecho realidad, puesto que el hasta hoy ministro de Cultura va a ser sustituido por Ernest Urtasun, número dos de Sumar.
El ministerio de Cultura queda, eso sí, en manos catalanas. Nacido en Barcelona en 1982, Ernest Urtasun estudió primero en el Liceo Francés y después en la Autónoma de Barcelona. Especializado en relaciones internacionales, ya en 2004 comenzó a vivir de la política. Ese año se convirtió en asesor de Raúl Romeva, entonces eurodiputado.
Apenas dos años después, Urtasun optó por la oposición a la carrera diplomática, en la que se desempeñó como consejero del secretario general de la Unión para el Mediterráneo hasta 2014. Desde entonces se ha dedicado a la política desde el Parlamento Europeo.
Pese a tener estudios, el nuevo ministro de Cultura no es muy partidario de todas las formas de cultura. En particular, se ha declarado abiertamente antitaurino en numerosas ocasiones: «La tauromaquia es una actividad injusta, sádica y despreciable que no merece ser legal en el ordenamiento jurídico», aseguró en 2016. Precisamente en aquel momento aplaudió que «el movimiento contra la tauromaquia en el Parlamento Europeo estaba crecido muchísimo».
Además de su conflictiva relación con la tauromaquia, Urtasun también es un declarado ecologista. Forjado en las movilizaciones climáticas a comienzos de los 2000, el ahora ministro de Cultura siempre ha sido partidario de las políticas verdes y el activismo ecologista. Ahora, sin embargo, debería lidiar con el fanatismo climático de algunos activista que desde hace algunos meses vandalizan museos de arte.