Una familia de inmigrantes con un alto nivel de vida —coches de lujo y otra casa en propiedad— ha okupado la vivienda de una anciana llamada Pilar en Alicante. La mujer, de 77 años, lleva un año entero sin recibir el alquiler de su propiedad y dice estar «desesperada». «Les tengo mucho miedo».
Visiblemente afectada, ha compartido su dramática situación en el programa En boca de todos. Entre lágrimas, ha confesado que esta experiencia le ha provocado problemas de salud. «Esto me ha costado una enfermedad». La única vez que logró hablar con los okupas, éstos le dijeron fríamente que tendría que morir para recuperar su casa.
Según relata, los inquilinos poseen otra vivienda y mantienen un estilo de vida ostentoso. «Tienen 65.000 euros, no trabajan, y sus hijos asisten a colegios privados que cuestan 1.000 euros al mes cada uno», denuncia Pilar. Además, explica que los okupas disponen de vehículos de alta gama, mientras ella ha tenido que solicitar un préstamo para poder afrontar los gastos de la vivienda que ellos ocupan.
La situación empeoró cuando su hijo intentó dialogar con ellos. «Le dijeron que se quedarían tres o cuatro años más», cuenta Pilar, quien también asegura que la casa está en pésimas condiciones. «Han destrozado los muebles, todo está hecho polvo. Me deben unos 17.000 euros», añade con impotencia.
El programa de televisión acompañó a una empresa especializada en desokupaciones hasta el domicilio afectado. Allí, los okupas aseguraron que abandonarían la propiedad el próximo lunes 17 a las seis de la tarde. Aunque no están dispuestos a marcharse por voluntad propia, la presión parece haber surtido efecto y la entrega del inmueble está prevista para esa fecha.
Entre lágrimas, Pilar confiesa el miedo que siente hacia estas personas y cómo esta situación la ha llevado al límite. «No puedo más», declara, mientras espera que finalmente pueda recuperar su hogar y volver a la tranquilidad que tanto anhela.
