La Guardia Civil ha logrado localizar en tiempo récord a una niña de apenas cuatro años que había desaparecido en Roquetas de Mar tras ser trasladada fuera de España por su madre, supuestamente sin el consentimiento del padre ni autorización judicial. La pequeña fue hallada en Marruecos, en casa de los abuelos maternos, tras una denuncia presentada por el progenitor el miércoles 19 de marzo.
El caso ha generado inquietud por la facilidad con la que la menor pudo ser sacada del país, pese a tratarse de una persona dependiente y sin capacidad legal para viajar sola. Por el momento, las autoridades no han aclarado cómo fue posible el cruce de fronteras, ni qué medio de transporte se utilizó, ni si la madre contaba con la documentación legal necesaria para llevarse a la niña fuera del territorio nacional.
El subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, reconocía este jueves que se estaban «siguiendo las pesquisas necesarias» para esclarecer los hechos, aunque se limitó a remarcar que la menor se encontraba «en buen estado». Sin embargo, el caso abre una vez más el debate sobre la efectividad de los mecanismos de control fronterizo, especialmente cuando se trata de menores que pueden ser víctimas de sustracción parental.
La denuncia fue interpuesta por el padre, quien, al no tener noticias de su hija ni de la madre, alertó a las autoridades. La menor, Arwa, de ojos negros y pelo rizado, fue incluida en el sistema de alertas de la Asociación SOS Desaparecidos y del Centro Nacional de Desaparecidos, lo que permitió una rápida movilización. Menos de 24 horas después, fue localizada en Marruecos, aunque aún se investiga en qué condiciones se produjo el traslado.
La Guardia Civil ha confirmado que la menor no corre peligro y ha abierto una investigación para determinar si se ha producido un delito de sustracción de menores. Tampoco se ha aclarado si existe algún procedimiento judicial abierto por la custodia de la niña ni si la madre contaba con la patria potestad exclusiva o compartida.
La investigación sigue abierta, mientras el padre aguarda respuestas y la sociedad se pregunta cómo pudo salir de España una menor sin que nadie diera la voz de alarma.