Una treintena de manteros ha asaltado un coche que los Mossos d’Esquadra habían parado y que iba cargado con mercancía ilegal que pretendían vender. Los hechos se produjeron ayer domingo por la mañana en Hospitalet del Infante, justo antes del inicio de un operativo policial conjunto entre los Mossos y la Policía Local para frenar la venta ambulante ilegal en la zona, según ha avanzado ElCaso.cat.
El incidente comenzó alrededor de las nueve de la mañana, cuando una patrulla detectó un vehículo sospechoso circulando por la Vía Augusta, a la altura del número 1. Los agentes procedieron a darle el alto, y en un primer momento, el conductor del coche accedió a detenerse en un punto indicado por los propios policías, para no bloquear el tráfico. Sin embargo, poco después, y aprovechando un hueco en la vía, emprendió la huida a gran velocidad. Afortunadamente, ningún agente resultó herido.
Los Mossos iniciaron una persecución que culminó en el cruce de las calles Llastres y Joana de Foix, donde lograron interceptar el vehículo y requisar las llaves para impedir una segunda fuga. Dentro del coche viajaban dos hombres, pero ambos mostraron escasa colaboración cuando se les pidió la documentación. Mientras los agentes realizaban las comprobaciones y aguardaban refuerzos, ocurrió lo inesperado.
Un nutrido grupo de vendedores ambulantes ilegales, alertados de la situación, se aproximó al lugar y rodeó el coche. Sin mediar palabra, abrieron el maletero y comenzaron a sacar las bolsas con los productos que presuntamente iban a ser distribuidos durante el día. En vista de la tensión y la notable diferencia numérica, los agentes optaron por replegarse temporalmente para evitar enfrentamientos. Las fuentes policiales consultadas explicaron que se trató de una decisión táctica para preservar el orden público.
La llegada de varias patrullas adicionales logró calmar parcialmente la situación, aunque los manteros continuaban presentes en la zona. Una vez asegurado el perímetro, los agentes formalizaron una denuncia contra el conductor, un varón de 51 años cuya identidad y nacionalidad no han sido facilitadas por los Mossos. Fue acusado de un delito de desobediencia y resistencia a la autoridad.
Además, se comprobó que el automóvil no estaba a su nombre, por lo que fue retirado por una grúa y trasladado a dependencias policiales, donde permanecerá inmovilizado hasta que el titular del vehículo lo reclame.