La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) ha denunciado la aparición de un posible brote de sarna entre militares que participaron en las labores de emergencia en Valencia tras la riada. Según la organización, varios efectivos contrajeron la enfermedad durante sus despliegues en enero, pero no fueron diagnosticados por la sanidad militar, lo que prolongó su exposición y el riesgo de contagio.
ATME sostiene que el Ministerio de Defensa ha evitado informar públicamente sobre estos casos, lo que, a su juicio, demuestra una falta de transparencia sobre la salud de las Fuerzas Armadas. «No es la primera vez que se ocultan situaciones de esta gravedad», criticaron desde la asociación, subrayando que la sarna es altamente contagiosa y que la falta de detección temprana pudo poner en riesgo a compañeros, familiares y civiles.
Según el testimonio de algunos de los afectados, el contagio se produjo en distintas rotaciones de la misión de emergencia en Valencia entre mediados y finales de enero. Los afectados acudieron a la sanidad militar, pero no fueron diagnosticados en ningún momento con sarna. Fue tras su regreso, cuando comenzaron a notar picazón persistente, que decidieron acudir a médicos civiles, quienes finalmente confirmaron la infección.
La asociación cuestiona cómo pudieron fallar los protocolos sanitarios en un entorno de alto riesgo. Durante el despliegue, los militares estuvieron en contacto con animales en descomposición, ácaros y ropa posiblemente contaminada, lo que pudo facilitar la propagación de la enfermedad.
Esta denuncia se suma a las declaraciones recientes de la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien reconoció en una comparecencia oficial que hubo militares intoxicados y heridos durante los primeros días de la misión en Valencia. Sin embargo, según ATME, el Ministerio respondió a las solicitudes de información de las asociaciones señalando que, al tratarse de una operación militar, no estaban obligados a dar detalles sobre la situación sanitaria de los efectivos.
Ante esta falta de respuestas, ATME ha anunciado que planteará una serie de preguntas al Ministerio de Defensa y a la Comisión de Defensa en el Congreso, exigiendo explicaciones sobre la gestión sanitaria durante la misión y los protocolos aplicados en el despliegue.
«La profesión militar conlleva riesgos extremos, aunque a veces no se quiera reconocer», concluye la asociación. «Es fundamental que la sociedad sepa las condiciones en las que trabajan sus militares, arriesgando su salud y su vida en el cumplimiento de su deber».