Más anarcotiranía en Estados Unidos: entrar legalmente en el país costará más que entrar de manera ilegal, por las bravas.
La Administración Biden encarecerá los permisos de residencia y los visados para aliviar la carga financiera de la acumulación de casos de asilo debido a los aumentos récord de inmigración ilegal en la frontera sur, anunció el pasado martes el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS).
La explosión descontrolada de la inmigración ilegal desde que Biden llegó a la Casa Blanca ha contribuido a la acumulación de solicitudes de asilo, de modo que el plazo medio que los solicitantes tienen que esperar para comparecer ante el tribunal alcanza ya 4,3 años, según el Centro de Acceso a Documentos Transnacionales de la Universidad de Syracuse (TRAC).
Bajo las nuevas reglas propuestas, las tarifas de solicitud H-1B para trabajadores calificados aumentarán de 60 a 780 dólares, las tarifas para trabajadores no agrícolas aumentarán de 460 a 1.080 dólares y las tarifas para solicitantes de «tarjetas verdes» pasarán de 1.140 a 1.540 dólares, anunció el USCIS .
USCIS predice que estos cambios aportarán entre 5.200 y 6.400 millones de dólares en nuevos ingresos, lo que permitirá un promedio adicional de 1.900 millones de dólares al año para paliar los retrasos en el futuro.
«Además de mejorar las operaciones de servicio al cliente y administrar la carga de trabajo entrante, USCIS debe continuar cumpliendo con su creciente misión humanitaria, defendiendo la equidad, la integridad y el respeto por todos aquellos a los que servimos”, dijo el director de USCIS, Ur M. Jaddou, en un comunicado el martes. «Esta regla propuesta permite que USCIS recupere completamente los costos operativos por primera vez en seis años y apoyará el esfuerzo de la Administración para reconstruir el sistema de inmigración legal”.
Sólo en el año fiscal 2022, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos entró en contacto con más de 2,3 millones de inmigrantes ilegales en la frontera entre Estados Unidos y México. Con eso, hay aproximadamente 1,6 millones de casos de asilo pendientes en los tribunales de inmigración, según TRAC.
