La policía de Nueva York ha detenido al sospechoso de prender fuego a una mujer dormida en el metro y sentarse a mirar cómo ardía, un inmigrante ilegal guatemalteco, después de que un «civil identificó al presunto asesino mientras viajaba en un tren», informan fuentes policiales.
Las fuentes informaron al New York Post que «la mujer estaba durmiendo cuando el hombre» se levantó de donde estaba sentado y «se acercó y le arrojó una cerilla«.
La NBC de New York informó de que los agentes de policía habían descubierto a la mujer «en un tren F en Coney Island, en la estación de metro Coney Island-Stillwell Avenue». Los agentes que acudieron a la escena encontraron a la mujer «totalmente envuelta en llamas» y la declararon muerta.
En la red social X, el diputado demócrata Ritchie Torres reaccionó a la tragedia criticando al «establishment político» por engañar a los estadounidenses con afirmaciones de que «el crimen ha disminuido» y el metro es «seguro». «En Nueva York, a la gente peligrosa se le permite circular libremente por el metro», escribió Torres. «Sin embargo, el establishment político insiste en engañar al público con titulares engañosos: ‘la delincuencia ha disminuido’ y ‘el metro es seguro’».
En la ciudad de Nueva York habría 58.000 inmigrantes ilegales condenados o detenidos por diversos delitos, según cálculos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).